A los 11 años Juana Cángaro formaba parte de un equipo de varones del Club Mercedes. Hasta que, de un día para el otro, le prohibieron jugar por ser mujer. Su club la quiso fichar para que pudiera competir en los torneos pero desde la liga de fútbol de Mercedes le dijeron que no podían aceptarla porque el reglamento de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) no permitía un equipo mixto.
Desde ese momento su familia armó una campaña que se hizo viral: #DejenJugarAJuana fue el hashtag que usaron para difundir la causa. Durante 2017 su mamá dio decenas de entrevistas explicando que Juana quería jugar, no importaba si era con varones o con mujeres, pero en Mercedes no había una liga femenina de fútbol y por eso la única posibilidad que tenía era la de jugar con los varones. También juntaron firmas y hasta consiguieron que el intendente, Juan Ignacio Ustarroz, imprimera la suya en un decreto que declaraba de “interés municipal” que Juana jugara al fútbol en campeonatos locales. Consiguió el permiso y poco después Juana continuó su carrera en el futsal; empezó en las divisiones inferiores de River viajando todas las semanas para entrenar y competir.
–¿Cómo recordás lo que pasó a tus once años? ¿Eras consciente de lo que pasaba o simplemente querías jugar?
–No, yo solamente quería jugar al fútbol, sea con quien sea, la edad que tenga, no me importaba nada, yo solamente quería tener una pelota en los pies y jugar. No me daba cuenta de todo lo que estaba pasando a mi alrededor.
–¿Hay liga femenina hoy en Mercedes?
–Sí, a raíz de mi caso y de todo lo que se hizo, se formó la liga femenina y ahora sí todas las chicas que quieran jugar acá están jugando, hay torneos y demás.
–De alguna manera fuiste la impulsora de esto. ¿Qué te cuentan las chicas que ahora juegan al fútbol?
–La verdad tienen una alegría inmensa, porque antes jugar acá al fútbol era como un delito. Vos ibas por la calle y si jugabas al fútbol, te miraban mal. Ahora yo veo a las chicas que juegan acá y la verdad que se las ve contentas, eso me llena de alegría.
–¿Cómo las ves? ¿Tienen condiciones, te piden consejos?
–Sí, hay un montón de chicas que tienen condiciones para mucho más y otras que tienen que mejorar, entrenar y en un futuro pueden llegar a tener condiciones, obvio. Yo acá, en el club Mercedes, armé la Sub-16. Hablé con el presidente, armamos la sub-16 y se armó un grupo re lindo. Las chicas me preguntan cosas y la verdad que me da mucha alegría que me estén preguntando a mí, que soy de su misma edad, está bueno.
–Sos referente con solo 16 años.
–Claro, es como que no sé, creo con la experiencia que tengo, que es bastante ya, que una chica de mi misma edad, o más chica, pueda contar conmigo está muy bueno. Además, me encanta dar consejos.
Juana pasó del futsal al fútbol 11 y hoy, con 16 años, integra el Seleccionado nacional Sub-17, que acaba de disputar la VIII edición del Campeonato Sudamericano Femenino en la ciudad de Montevideo, Uruguay. La albiceleste había perdido en el debut con Brasil, luego tuvo dos victorias consecutivas contra Venezuela y contra Bolivia y el empate con Paraguay no le alcanzó para pasar a la fase final: quedó afuera por diferencia de gol. Juana fue noticia en el partido contra Venezuela, que terminó 1 a 0 gracias al golazo de la mercedina.
–¿Cómo llegaste a River?
–Mi profe de Merdeces tenía contactos en Buenos Aires y me consiguió una prueba a la que me llevó mi viejo, que era fanático de Boca. Me acuerdo que mi mama dijo: “Bueno, es un solo día, vas y volvemos”. Pero me empezaron a llamar más seguido hasta que me ficharon y hasta el día de hoy que sigo en River.
–¿Fue difícil dejar Mercedes?
–Fue necesario porque, como empecé a entrenar más seguido, no me daban los horarios y de hecho faltaba al colegio. Cuando empecé a entrenar con la Reserva, además de vivir en Buenos Aires, pude empezar el colegio en River y estudiar ahí es mucho más cómodo porque no tengo que estar a las corridas y me puedo quedar todo el día, bañarme, comer y estudiar. Así estoy más descansada y puedo rendir mejor en los entrenamientos y en el día. Y, la verdad, me amoldé bastante bien, es un club hermoso y se armó un grupo re lindo, tenemos muchos campeonatos ganados. La verdad que está bueno, es un club grande en cuanto al fútbol masculino y al femenino. Cuesta porque se extrañan la familia y los amigos, pero bueno, estoy haciendo lo que más me gusta y me hace feliz, que es el fútbol.
–¿Tenés alguna referente?
–No soy de ver mucho fútbol pero en River juegan todas muy bien. Está Flor Quiñones que es mi DT de la Selección, que también me encanta como juega; hay un montón de jugadoras que me encantan.
–¿Cómo fue la experiencia del Sudamericano?
–La verdad, muy linda. Es un campeonato que te da muchas cosas para aprender y bueno, el fútbol es así: a veces se pierde, a veces se gana. Teníamos todo para poder ganarlo, pero terminó de esa forma. Estoy feliz porque representé a mi país, que es lo más lindo. Ahora toca seguir mejorando con mi club y esperar si me vuelven a llamar para la sub-20 y otra categoría.
–¿Qué pasó por tu cabeza cuando convertiste el gol contra Venezuela?
–No... alegría, alegría inmensa, pensé en mi viejo, pensé en mi familia... en todo. Mucha alegría porque era necesario para sumar goles, y bueno, se me dio a mí hacer el gol, fue una alegría inmensa.
–Tuvo muchísima repercusión tu gol.
–Fue furor por todas las redes. Mucha gente lo compartió y ahí empezaron a querer hacerme un montón de notas también. Es una alegría que haya tenido tanta repercusión y que todo el mundo lo esté viendo y que gente que no ve fútbol esté viendo los partidos de la Selección.
–¿Ahora qué se viene?
–Con River disputamos el Torneo Sub 16 de Conmebol, estamos en la final nuevamente. Es el tercer año que lo vamos a jugar y arranca el torneo de la reserva.
–En 2017 tu caso reabrió el debate sobre el fútbol mixto en la infancia, ¿cuál es tu opinión hoy?
–Yo creo que hasta los 11, 12 años está bueno, está bueno que se dé esto en todos los clubes, que empiece de a poquito.