La guerra provoca lo peor. Y, a veces, lo mejor del ser humano. Como tomar algunas decisiones, como arriesgar tu vida por tu país. O, al menos, estar en lugares que no deberías estar, haciendo cosas que no deberías hacer. La invasión de Rusia a Ucrania generó que muchos ucranianos, sin ser soldados o militares, tomaran las armas para defender su tierra. Y eso pasó, sorprendentemente, con muchos deportistas, varios de ellos famosos, consagrados, con familias y millonarios, que uno podrían decir que tienen mucho más para perder que para ganar…
El primer caso fue el del consagrado boxeador Vasyl Lomachenko, ex campeón del mundo en tres categorías distintas. Luego llegaron las decisiones de dos colegas del mismo deporte, con aún más fama: los hermanos Vitali y Wladimir Klitschko, el primero actual alcalde de Kiev. El boxeo también aportó a Oleksandr Usyk –campeón de peso pesado, quien estaba a punto de cerrar una pelea decisiva ante Anthony Josua-, la lucha a Yaroslav Amosov –peleador que fuera campeón europeo de MMA–, el judo a Georgii Zantaraia –campeón mundial en 2009– y el karate al medallista olímpico Stanislav Horuna. Además se sumaron los tenistas Sergiy Stakhovsky, N° 228 del ranking mundial –llegó a ser 31° tras eliminar a Federer en Wimbledon 2013- y Alex Dolgopolov –fue 13° del mundo–, además del ex jugador Andrei Medvedev, finalista en el Roland Garros de 1999. También los biatletas Yevhen Malyshev y Dmytro Pidruchnyi, dos conocidos ajedrecistas como Georgy Timoshenko y Pevel Eljanov, los ex ciclistas Andrei Tchmil y Yaroslav Popovich, además de seis futbolistas, algunos retirados como Vitaly Mandzyuk y Oleh Luzhny, y otros actuales, como Vitalii Sapylo, Aleksandr Aliyev, Mykhailo Kopolovetz y Dmytro Martynenko. Varios de ellos exhibieron fotos con armas, en distintos lugares de batalla, pero todos repiten el mismo discurso y avisan que están dispuestos a pelear hasta la muerte…
El básquet sumó a Alekandr Volkov, el mejor jugador de la historia ucraniana, gran figura de la URSS que reinó en Europa y fue oro olímpica en 1988 y pionero en la NBA –primer soviético en llegar–. Ahora era el presidente de la Federación de básquet ucraniana. Y, en los últimos días, otro de los nueve NBA que Ucrania tuvo en su historia confirmó que está en el frente: Stanislav Medvedenko, aquel ala pivote que fuera dos veces campeón (2001 y 2002) con los famosos Lakers. “Obviamente me ofrecieron la oportunidad de escapar al extranjero, pero no necesito ir a otro lado: en esta etapa histórica es necesario permanecer en Kiev, brindar apoyo y todo lo que necesita el pueblo ucraniano”, declaró para luego describir su función en la defensa de la capital. “Hemos organizado un centro de defensa rudimentario en el que todos juegan un papel diferente: los que se ocupan de la logística y los que cuidan el orden público en las calles. Yo me encargo de patrullar, mientras mi esposa trabaja en la oficina, por ejemplo. Es fundamental apoyar a la policía: en este momento es paradójico decir esto, pero la vida en la calle es tranquila”, contó sin temores y con mucha determinación.
Medvedenko jugó profesionalmente en Ucrania –dio el salto luego de brillar en el BC Kiev– y luego pasó por Lituania antes de dar el salto a la NBA, con 21 años. En el 2000 fue el primer europeo en firmar con los Lakers desde Vlade Divac en 1989. Ala pivote de 2m08, ancho y de buena capacidad anotadora, sobre todo a partir de su muy buen tiro. En la NBA jugó hasta 2007, siete temporadas totales, seis en los angelinos y la última en Atlanta. En la inicial, como rookie, jugó poco (5.6 minutos) pero, claro, dentro de un equipazo que, comandado en el banco por Phil Jackson y en la cancha por Bryant y Shaq O’Neal, fue campeón de la NBA tras ganar 56 partidos en la fase regular (de 82) y apenas perder un solo partido en los playoffs (15-1), en la definición ante los Sixers.
En la siguiente campaña tuvo un rol un poco mayor (10 minutos de promedio en 71 juegos, con 4.7 puntos y 2.2 rebotes) dentro de un conjunto que ganó 58 juegos y 15 de 19 en postemporada, superando 4-0 a los Nets en la final. Su rol se mantuvo rondando los 10 minutos en la siguiente, pero los Spurs de Manu Ginóbili eliminaron a los Lakers en la semi del Oeste. Siguió en el equipo en la 2003/2004, cuando los angelinos perdieron la final de la NBA ante los Pistons, pese a tener a cuatro figuras como Shaq, Kobe, Gary Payton y Karl Malone, dos veteranos históricos. Ese fue el principio del fin para aquel gran equipo. El ucraniano jugó una campaña más (3.8 y 1.8 en 10m) y en la siguiente no tocó la cancha. Quedó libre y se fue a los Hawks, donde se despidió de la elite jugando apenas 14 juegos. Eso sí, en total, además de los dos anillos de campeón y mucha fama por ser integrante de aquel equipo, embolsó 10.400.000 dólares en contratos. Un paso interesante por la NBA.
A partir de ahí, volvió a su país, donde siguió relacionado al básquet en escuela y academias, además de disfrutar de su esposa e hijas. También dio charlas y estuvo relacionado básicamente a la formación del deportista, todo apuntado al básquet. Justamente ahora espera que todo termine para seguir trabajando en ese sentido. “Sigo en constante contacto con la FIBA y la NBA para poder hacer cosas cuando hayamos ganado esta guerra. Lanzaremos proyectos para reiniciar el deporte y recuperar la infraestructura de la ciudad”, contó. Recordemos que, entre otros edificios destruidos, estuvo el famoso complejo Avangard, sede de una de las academias de básquet más prestigiosas del país. El recinto polideportivo de Kiev está situado cerca de la torre de televisión, que fue atacada por bombas rusas y esto afectó mayoritariamente al estadio y sus canchas aledañas, según reporte y se vio en fotos y videos. Slava pasó por allí y se sacó una foto. Fue antes de tomar la decisión de tomar las armas y defender, como uno más, la patria que tanto ama.