Es una de las "raras" dentro de la literatura mexicana, pero quienes la han leído se ven sometidos a una incómoda fascinación. Amparo Dávila, autora zacatecana que pasó buena parte de su vida en San Luis Potosí, es objeto de una merecida reedición de su obra en la Argentina. El sello Fondo de Cultura Económica acaba de publicar sus Cuentos reunidos, un volumen que integra sus libros Música concreta, Tiempo destrozado y Árboles petrificados, además del inédito Con los ojos abiertos.
Dávila vuelve reales y cercanas las vibraciones que acechan a sus personajes. Una sensación de "inminencia" atraviesa buena parte de estos relatos, en los que prevalecen el miedo y una idea de amenaza latente. La exploración de trastornos mentales y emocionales en la obra narrativa de esta autora mexicana, así como la compleja estructuración de sus personajes, ha contribuido a que su producción literaria se reconozca como una de las más ricas y enigmáticas de la literatura mexicana. Circunstancias que parecen ser rutinarias o insignificantes se expanden hacia territorios desconocidos, modificados por la notable imaginación de Dávila.
La escritora, nacida en 1928, publicó también los poemarios Salmos bajo la luna (1950) y Meditaciones a la orilla del sueño (1954). Cinco años más tarde apareció su primer libro de cuentos, Tiempo destrozado (FCE, 1959), al que le siguió Música concreta (FCE, 1964). En 1966 recibió la beca del Centro Mexicano de Escritores y en 1977 su libro Árboles petrificados fue ganador del Premio Xavier Villaurrutia. El FCE también ha publicado su obra lírica en Poesía reunida (2011) y una edición ilustrada de sus cuentos en El huésped y otros relatos siniestros (2018).