La Universidad Nacional de Salta (UNSa) se volvió escenario de idas y vueltas al conocerse la resolución 437/21 del Consejo Superior, por la que se autoriza a la Dirección General de Personal, "en carácter de excepcional, a realizar la liquidación y pago de la licencia anual ordinaria no gozada adeudadas" al rector Víctor Hugo Claros. Se trata de 286 días, desde 2012 a 2021, y la suma supera el millón de pesos.
La resolución se dictó después de la renuncia de Claros a su cargo de profesor adjunto con dedicación semiexclusiva de la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales.
Tras saberse la noticia, la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad (ADIUNSa) emitió un comunicado en el que denunció un trato desigual para con el resto de la docencia, preguntándose qué hace diferente al rector para acceder a una excepcionalidad que ningún otro docente goza. En ese sentido, indicó que "todxs lxs docentes tenemos un plazo máximo para hacer usufructo de la licencia reglamentaria. Caso contrario, la misma se pierde", lo que no ocurré con Claros dado que el período contabilizado corresponde a 9 años.
El secretario general de Adiunsa, Diego Maita, aseguró a Salta/12 que el gremio pretende visibilizar una situación de injusticia. En ese sentido, el gremio señaló que a varios docentes, entre 2013 y 2018, directamente "se los obligó a tomarse" sus días de vacaciones, ya que de no hacerlo los perdían.
En un comunicado, ADIUNSa manifestó que desde hace años la Universidad sostiene esta postura en las paritarias locales, con el argumento de que no es posible acumular licencias ordinarias porque el Convenio Colectivo de Trabajo no lo contempla. Sin embargo, el mismo Convenio establece en su artículo 69 que ese contrato, "no podrá afectar las condiciones más favorables que tengan actualmente los trabajadores docentes”.
Se han emitido diversas resoluciones estableciendo un plazo máximo para gozar de las licencias acumuladas, por ejemplo, la resolución 227/17. "Es evidente que esa misma parte institucional, en su mayoría, no tomó el mismo temperamento para con el Rector, para quien no sólo no existieron tales fechas límites sino que, además, pudo seguir acumulando licencias ordinarias en los años 2017, 2018, 2019 y 2020", reclamó el gremio.
Según la resolución en cuestión, 200 días corresponden hasta 2015. "Ahí está lo que denunciamos como una cuestión de desigualdad porque nos parece grave y un trato privilegiado a quien conduce la casa de altos estudios" en relación al resto de sus pares, expresó el secretario general.
La decisión fue tomada por el Consejo Superior de la UNSa en una sesión extraordinaria que se realizó el 29 de diciembre del año pasado, por lo cual la liquidación tendría que efectuarse con el último sueldo de diciembre, indicó el gremio. En ese sentido, ADIUNSa informó en un primer momento que la suma que cobraría Claros por los días de vacaciones no gozadas sería de casi 4 millones de pesos.
Luego de que ese monto comenzara a difundirse el secretario administrativo de la UNSa, Diego Sibello, afirmó que la liquidación en realidad es de $1.108.000, tomando el salario de febrero.
Esto llevó a que ADIUNSa emitiera un segundo comunicado en el que aclaró que el mecanismo utilizado fue en función de lo que todo docente -encuadrado en el Convenio Colectivo- percibe durante el goce de una licencia. Pues el artículo 45 inciso c, expresa que "a los efectos del cálculo de la remuneración mensual que corresponde al agente en el período de licencia anual, ésta se liquidará de la misma manera que si estuviera en actividad”.
De esta manera, el gremio indicó que si el cómputo se realiza en base al cargo de profesor adjunto semiexclusiva, "la cifra no es tan estridente como la que calculamos (de manera provisoria, obviamente) pero sigue siendo un monto considerable". Al realizar nuevamente el cálculo tomando el sueldo bruto del cargo en cuestión a diciembre de 2021, que era de $99.552,16; por 9 meses y medio, suma algo más de $945.000. "Una cifra muy superior a las percibidas por nuestrxs jubiladxs y a los salarios de la docencia", cuestionaron.
Tras las declaraciones de Sibello, ADIUNSa también manifestó que aún no comprenden por qué se tomó la decisión de liquidar desde febrero, cuando la resolución se emitió el año pasado. De darse una liquidación con la grilla salarial de febrero se debe aplicar un 12% de aumento, ya que es el porcentaje acordado en las paritarias de este año. "Seguimos teniendo a la unidad de millón como referencia de pago", expresó en disconformidad la entidad gremial.
Cobrar por no trabajar
En medio de las cifras millonarias, el gremio agregó otro punto a la discusión, y es que Claros no ejerce su cargo como profesor desde hace más de 10 años ya que se desempeña como autoridad. Fue decano de la Facultad de Económicas en 2003, después rector durante dos períodos (2007-2014), volvió a ocupar el decanato en Económicas (2015) y actualmente es rector otra vez, tras ganar en 2019.
En ese sentido, ADIUNSa destacó, a modo de ejemplo, las resoluciones 468/19 y 676/19, que otorgan licencia sin goce de haberes a Claros en su cargo de profesor adjunto de semidedicación en la asignatura Contabilidad II. Tras ello, se preguntó: "¿Puede un docente cobrar o acumular vacaciones cuando está en licencia sin goce de haberes?".
Aseguró asimismo: "No hay un elemento jurídico que permita hacernos suponer que deba cobrar sus vacaciones no gozadas en función de un cargo de base que hace muchos años no reviste formalmente".
Sin embargo, a través de un comunicado, la Secretaría de Consejo de la UNSa, volvió a reafirmar el artículo 1 de la resolución 437/21, que hace referencia precisamente al cargo docente, y no al de rector, como circuló en varios medios de comunicación. En ese sentido, la dirección de la Universidad aclaró que el monto millonario difundido en un primer momento, hacía referencia al cargo como profesor, y no como la principal autoridad universitaria.
El propio Claros dijo en diálogo con FM Aries que lo realizado por el gremio es "una costumbre" cuando se acercan las elecciones en la institución, fijadas para el 20 de abril. Aseguró asimismo que la resolución en discusión se hizo sobre la base de su cargo de docente. "Acá están haciendo esto porque están en campaña", expresó. "Si me tienen que liquidar, porque todavía no lo hicieron, es por ser profesor adjunto, y que debe ser un 15% de lo que es mi sueldo de rector", precisó.
Desde la Secretaría de Consejo afirmaron que se dio información errónea, "incluso arrojando un manto de sospechas sobre el legítimo derecho de un trabajador docente que, como cualquier otro, accede a la instancia de jubilación". Aún así, Maita se preguntó si acaso desde la dirección de la Universidad, se "acomodan estos números para que el bochorno sea menor". "Queremos poner en evidencia la desigualdad y la excepcionalidad (dicha explicítamente en la resolución)" que se hace sobre el rector, insistió.
De hacerse efectiva la liquidación, el secretario general del gremio dijo que se dejaría asentado un precedente para que sus pares docentes también puedan gozar de los mismos privilegios que Claros, es decir, "que se habiliten esos días para que no sean tomados y al momento de la jubilación, se nos pague", aseguró en tono irónico.
El gremio también destacó que el sueldo que Claros recibe como rector llega a casi 600 mil pesos, según el pago que corresponde a marzo. Si bien es la propia universidad la que decide el sueldo de sus autoridades, el reclamo gremial apunta a que de la planta docente, el 68% corresponde a cargos de dedicación simple, el más bajo, que cuenta con un básico que ronda entre los 20 mil y 30 mil pesos, marcando una gran diferencia entre los sueldos.