La industria manufacturera se retrajo en abril un 2,3 por ciento con respecto a los ya deteriorados valores del mismo mes de 2016 (había caído entonces 5,2 por ciento contra 2015), según cifras difundidas ayer por el Indec, que vuelve a descartar el repunte de la actividad. Con este retroceso, el Estimador Mensual Industrial (EMI) registra 15 meses consecutivos de desplome. En 2016, la baja de la actividad fabril había sido del 4,6 por ciento. En abril, las bajas interanuales alcanzaron a todos los bloques productivos, con excepción de las metálicas básicas (11,2 por ciento), metalmecánica excluida la automotriz (8,3) y refinación del petróleo (0,5). En lo que va del año el sector acumula una caída de 2,4 por ciento respecto de igual cuatrimestre de 2016. La expectativa empresaria recogida por la encuesta cualitativa del Indec no advierte una mejora clara para los próximos meses. En el rubro dotación de personal, el 96,7 por ciento de las empresas no espera cambios o anticipa una disminución de sus nóminas durante el período mayo-julio de 2017 respecto del mismo período de 2016.

Lejos de los brotes verdes que avizora el gobierno, las cifras oficiales dan cuenta de una grave crisis en la mayoría de los segmentos del sector industrial, los cuales todavía parecen no haber tocado fondo. Según el Indec, hubo retrocesos interanuales en abril en industria textil (-24,7 por ciento), tabaco (-23,4), automotriz (-7,5), edición e impresión (-6,5), productos minerales no metálicos (-4,6), papel y cartón (-3,4), caucho y plástico (-3,4), química (-2,6) y alimenticia (-1,2). En su mayoría se trata de rubros afectados por la caída de la demanda interna y externa y el aumento de las importaciones. 

En el caso del rubro textil, la caída en el primer cuatrimestre fue del 19,2 por ciento interanual, mientras que el retroceso de abril (-24,7) estuvo asociado a una menor fabricación de hilados de algodón (-34,3) y de producción de tejidos (-21,5). El propio informe oficial reconoce que esto deriva de una “menor demanda interna”, siendo el principal destino de esa producción.

La industria automotriz, que en algún momento supo traccionar a todo el resto de la industria, se está convirtiendo en un lastre. El desempeño de abril estuvo relacionado con la baja en la producción de automóviles. Según cifras de a Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), la fabricación de unidades bajó 33,2 por ciento respecto de igual mes del año anterior. Los vehículos automotores destinados al mercado externo disminuyeron en cantidad en un 10,3 por ciento. Por su parte, las ventas a concesionarios locales disminuyeron en un 16,8 por ciento respecto del mismo mes del año pasado.

El bloque de productos minerales no metálicos, vinculado principalmente con la actividad de la construcción (ver aparte), evidenció una baja de 4,6 por ciento respecto del mismo mes de 2016. En el cuatrimestre el deterioro interanual fue de 3,6 por ciento, pese a que las producciones más relacionadas con la obra pública compensaron el retroceso de la actividad privada. 

En la industria alimenticia la caída en el primer cuatrimestre arroja una reducción de 1,7 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior. El retroceso de abril (-1,2 por ciento) estuvo explicado por deterioros en los sectores lácteo (-1,3), yerba mate y té (-2,7), azúcar y productos de confitería (-3,8) y bebidas (-7,4). Con mejoras finalizaron la producción de carnes rojas (5,3 por ciento), carnes blancas (3,2) y molienda de cereales y oleaginosas (2,4). 

El rubro productor de bebidas cayó en abril 7,4 por ciento interanual, en tanto el primer cuatrimestre registró una baja de 2,9 por ciento. En lo que respecta al segmento de bebidas gaseosas, según la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol (Cadibsa), en abril las ventas de gaseosas medidas en litros fueron un 8,9 por ciento inferiores a las concretadas en igual mes de 2016. En el acumulado enero-abril de 2017, en comparación con el mismo período del año anterior, las ventas presentaron una disminución de 6,7 por ciento.