La Justicia esperaba este lunes la presentación del hombre clave en el caso de los carteles agraviantes contra Cristina Kirchner. El empleado jerárquico de la imprenta Viagraphic, Francisco Serrano, que fue quien mandó a hacer los afiches, llamó por teléfono a la fiscalía de Leonel Gómez Barberá y anunció que concurriría por la tarde, pero al cierre de esta nota seguía en rebeldía. El dueño de la imprenta sostuvo en sede judicial que quien ordenó la impresión de los carteles fue Serrano y, en paralelo, los fijadores que pegaron los afiches declararon que Serrano les pagó 90 mil pesos por ese trabajo. El gran problema de la causa es determinar quién estuvo detrás. El Ministerio Público porteño emitió un comunicado apuntando más bien al peronismo, en tanto se viene mencionando hace días al publicista más ligado a Cambiemos, Valentín Bueno. Allegados a este empresario se comunicaron con este diario para señalar que “Bueno no tuvo la menor relación con esos carteles. Estamos asombrados con esta acusación”.
El intento de la Justicia porteña de vincular al peronismo
En la mañana del lunes, los movimientos de la Justicia porteña fueron llamativos y directamente apuntaron a vincular al peronismo con los afiches. El fiscal Mauro Tereszko pidió y obtuvo el allanamiento de la vivienda de Darío Méndez, el dueño del galpón desde el cual salieron los fijadores que pegaron los afiches. El Ministerio Público porteño le adjudicó a Méndez el papel central: “es el que encargó los carteles”. En realidad, Méndez --vinculado con el macrismo-- ya se había presentado a la policía y dijo que los carteles se imprimieron en Lanús y que el jerárquico de la imprenta, Serrano, sólo lo contrató para pegar los afiches. Sin presentar ninguna evidencia, afirmó que la operación se hizo por pedido de un publicista peronista, Enrique "Pepe" Albistur.
Un argumento usado por la Justicia porteña es que en el allanamiento a Méndez se encontró una camioneta ploteada con las caras del gobernador bonaerense Axel Kicillof, la vicegobernadora Verónica Magario y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. También detectaron pedazos de aquellos carteles violentos. Lo cierto es que Méndez encabeza una empresa y a un grupo de fijadores que trabajan para todas las fuerzas políticas, para músicos y en la promoción en vía pública de eventos. Por eso no es extraño que se encuentren elementos vinculados a diferentes figuras. Su hijo Christian, que lideró la fijación de los carteles, aparece en su Facebook en fotos con varios dirigentes del PRO.
Justicia nacional
La investigación más avanzada y sólida está en la Justicia nacional-criminal de la Ciudad de Buenos Aires. Ante el fiscal Leonel Gómez Barbella ya declaró el dueño de la imprenta de Lanús, admitió que los carteles se imprimieron ahí y que Serrano trajo el pedido. El juez Manuel de Campos ordenó la detención de Serrano y nada se había concretado hasta el atardecer de este lunes. De hecho, el fiscal Gómez Barbella estaba presentando un escrito para pedir que se allane un domicilio de Serrano en forma urgente.
Desde el punto de vista de las pruebas, esta pista parece ser la más sólida. El titular de la imprenta Viagraphic, Julio César Franchino, presentó mails con los que Serrano ordenó el trabajo de los carteles. Y eso coincide con lo que declaró Méndez ante la policía: Serrano le pagó 90 mil pesos a su hijo para pegar los afiches.
De manera que la pelota está en la cancha de Serrano y no en la de Méndez: él ordenó la impresión y pagó el fijado.
Hipótesis
La Justicia porteña --sin ninguna prueba-- apuntó a Méndez y por esa vía al peronismo. El titular de la empresa que pegó los carteles sacó de la galera el nombre de Albistur, sin exhibir un papel, una llamada, algún tipo de vínculo.
Del otro lado, Serrano trabajó hasta el año pasado con el publicista Valentín Bueno. Figura como empleado de Latcom, la empresa de Bueno, con la que también tuvo vinculación Méndez. El publicista, que recibió gran parte de la pauta publicitaria de via pública durante el macrismo y la Jefatura de Gabinete de Marcos Peña, niega categóricamente que haya mandado a hacer los carteles. Sus allegados sostienen que “no tiene nada que ver" que esté involucrado un exempleado de su firma. "Mi empresa tiene sedes en la Argentina, en Estados Unidos y en Miami, trabajamos para todos, no tenemos nada que ver”, dicen que dijo Bueno. Los abogados del empresario amenazan con iniciar acciones legales contra quienes lo acusan.
Interrogantes
Habrá que ver qué declara Serrano cuando se presente ante el juez y el fiscal, pero hay un par de cosas que están claras y otras que no tienen respuesta aún:
* Los carteles se imprimieron en Viagraphic de Lanús. Se retiraron el sábado 26 de marzo.
* El pedido fue hecho por Francisco Serrano, una especie de capataz de la imprenta, también dedicado a buscar clientes y trabajos.
* La fijación de los carteles también la contrató Serrano y pagó 90 mil pesos a Méndez y sus fijadores.
* Serrano trabajó para LatCom, empresa del publicista macrista Bueno, pero Bueno niega que tenga que ver con los afiches.
* Es decisivo analizar las comunicaciones. Es posible que buena parte de la verdad surja de los celulares y computadoras. El juez ya tiene buena parte de los soportes que secuestró en un allanamiento a la imprenta.
* Habrá que responder a otras preguntas: ¿cómo se entregó el original del afiche a la imprenta? Es decir ¿quién hizo el diseño? ¿quién hizo el film que luego se convierte en la chapa para imprimir? ¿quién pagó?
* Los carteles remitían a un sitio de internet mediante un código QR. El fiscal pidió información sobre quién es el que compró ese sitio (host): debió cumplir ciertos requisitos y debe existir un registro.
Con todos esos elementos se llegaría a quien verdaderamente estuvo detrás de la campaña sucia.