Ante el aumento de la cifras de obesidad, especialistas nacionales e internacionales junto a organizaciones de la salud realizarán hoy y mañana dos jornadas en la Cámara de Diputados para promover políticas de regulación que ayuden a prevenir el sobrepeso en niños, niñas y adolescentes en el país. El encuentro, organizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), Unicef y la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados, contará con expertos regionales que explicarán las regulaciones aplicadas con éxito en sus países, en particular Chile y México, para restringir la ingesta de alimentos y bebidas perjudiciales. Entre los expositores internacionales estarán: el médico y senador de Chile Guido Girardi (Partido por la Democracia), autor de la Ley de Etiquetado Nutricional y Lizbeth Tolentino Mayo, coordinadora del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública de México, entre otros.
En el Congreso hay alrededor de 90 proyectos legislativos sobre obesidad. Por ello, los organizadores de las jornadas plantearán la necesidad de integrar cuatro ejes fundamentales para la creación de una ley que cumpla con altos estándares para la prevención: la incorporación del etiquetado frontal en los envases para mejorar la información y los derechos de los consumidores; las restricciones en la publicidad sobre productos alimentarios dirigidas a niños y niñas; la protección de los entornos escolares de la alimentación inadecuada; y la discusión de políticas fiscales para bebidas azucaradas.
Argentina registra la segunda tasa más alta de sobrepeso en menores de 5 años de América Latina y el Caribe con un 9,9 por ciento, según el Panorama de Seguridad Alimentaria y Nutricional elaborado por OPS y la FAO. El mismo estudio analizó la publicidad de alimentos en televisión dirigidos a niños y niñas en ocho países de América Latina y el Caribe, y detectó que en Argentina el 48 por ciento de los alimentos publicitados tenía un bajo valor nutricional, y que el 69 por ciento de los encuestados consumió estos productos posteriormente.
El consultor en enfermedades no transmisibles de la OPS/OMS en Argentina, Sebastián Laspiur, explicó a PáginaI12 que “la jornada busca generar cooperación técnica para combatir la obesidad, sobre todo focalizada en la población infantil y adolescente, si bien afecta a toda la población. Queremos compartir las evidencias científicas internacionales sobre políticas regulatorias. Especialmente, la experiencia de Chile que tiene una política de etiquetado frontal asociada a la regulación de la publicidad, y la de México que tiene un impuesto a las bebidas azucaradas”, subrayó.
Laspiur sostuvo que “el etiquetado frontal es necesario para que la gente pueda seleccionar los alimentos libremente con información”. “El rótulo actual en Argentina no permite ejercer ese derecho porque no dice la cantidad de azúcar agregada. Además, hay que proteger los entornos escolares de los productos con altas cantidades de grasas, sal y azúcar, incluyendo las bebidas azucarada. Por otra parte, ciertos productos no pueden tener publicidad dirigida a niños porque su consumo es perjudicial y es un sector muy vulnerable al que apelan con envases atractivos, y dibujos animados”, remarcó, antes de resaltar que al igual que en México es necesario establecer algún impuesto “sobre las bebidas azucaradas”.
El especialista de Salud de Unicef en Argentina Fernando Zingman dijo a este diario que la idea del encuentro es “poner el conocimiento científico al alcance de los legisladores para que puedan consensuar proyectos para proteger a los niños y niñas, que son muy pasivos frente a esta epidemia que algunos llaman epidemia comercial, relacionada con los alimentos ultraprocesados (con cantidades elevadas de sodio, azúcares, grasas, añadidos en la fabricación)”.
“No es solo que a futuro van a tener más cardiopatías o enfermedades asociadas sino que hoy ya está afectando: el 30 por ciento de los adolescentes tienen obesidad y sobrepeso, y esto es acumulativo. El 37 por ciento de las mujeres de 10 a 49 años tienen sobrepeso. Esto es un daño acumulativo a lo largo de la vida” dijo el especialista, y advirtió que “hay enfermedades que antes eran impensadas en niños y adolescentes: diabetes tipo 2, enfermedades metabólicas por el sobrepeso, además de los problemas psicosociales que trae la obesidad, especialmente en los adolescentes”.
En adolescentes de 13 a 15 años, el sobrepeso aumentó un 17 por ciento en cinco años, al pasar del 25 por ciento en 2007 al 29 por ciento en 2012, según cifras oficiales. La obesidad registra, además, una brecha social: los chicos y las chicas de bajo nivel socioeconómico tienen un 31 por ciento más de posibilidades de tener sobrepeso que los chicos de alto nivel socioeconómico.
En este sentido, Zingman apuntó que “se está evidenciando una importante inequidad social, quien tiene padres con menor nivel educativo tiene más probabilidades de tener obesidad”, y a esto se suma la poca accesibilidad que tienen los sectores de menores recursos “ a los alimentos de calidad”, con mayor contenido de fibras, menor densidad calórica y menor contenido de sal y azúcares refinados.