Desde Río de Janeiro
Bastó que Bolsonaro reaccionara negativamente, con amenaza de procesos en contra de los artistas que se habían pronunciado en contra de él y a favor de Lula, para que el festival Lollapalooza en San Paulo generalizara los pronunciamientos politicos.
Fuera del festival, la cantante brasilena Anitta, que se ha consagrado como la primera artista latinoamericana en alcanzar el primer lugar en la lista de Spotify, se había pronunciado en favor de Lula. En el festival varios se manifestaron en contra de Bolsonaro o directamente a favor de Lula. Asimismo, los artistas llamaron a los jóvenes de más de 16 años, que ya pueden votar, a registrarse en el padrón, para que voten por primera vez, para sacar a Bolsonaro.
Alcohol al fuego
Bolsonaro no se hizo esperar. Alfinalizar el primer día del festival amenazó con procesar a los artistas e incluso con mandar la policía, si continuaban las manifestaciones políticas en contra del gobierno. Tiró alcohol al fuego.
El primer artista del segundo dia, Tico Santa Cruz, lo mandó a la mierda. La cantante británica Marina gritó “Jódase Putin, jódase Bolsonaro!”. El público la acompañó puteando al presidente de Brasil.
El artista siguiente, un brasileno, Silva, después de que el publico coreó el conocido “Fuera Bolsonaro”, comento’: “Ésa es mi mi gente”.
Y así siguieron todos los artistas que se presentaron en el segundo dia, incluida al popular cantante Emicida.
De repente, frente al éxito de las manifestaciones políticas en el festival, un juez del Supremo Tribunal Federal, alegando que se estaba haciendo propaganda electoral fuera del tiempo autorizado, decidió prohibir cualquier manifestación política en el festival. Con una gran multa en contra de los que siguieran haciéndolo e – increible – amenazando con una intervención policial en uma concentración de varios millares de personas, para impedir que su resolucion no fuera obedecida.
Una decision ilegal que confunde propaganda electoral con libertad de expresión. Ese mismo juez ya había estado en actos a favor de la candidatura de Bolsonaro, difundidos por los ruralistas en muchas partes de Brasil.
Banderazo
Anitta, que ya había manifestado su rechazo a la orden judicial, diciendo que no dejará de manifestar sus opiniones y, en caso de tener que pagar multas, dejaría de comprar una cartera. “No existe eso de que un artista deje de expresar públicamente su infelicidad frente a este gobierno. Prohibirnos expresar nuestra insatisfacción con el gobierno es censura. Yo voy a luchar con todas mis armas.” Anitta dijo tambien que pagaría las multas de todos los artistas que sigan manifestándose.
Pablo Vittar, a su vez, bajó al publico y tomó una bandera roja con la cara de Lula. Así, el festival pasó a ser llamado de Lulapalooza.