En la undécima jornada del juicio por el crimen de Nora Dalmasso, el tribunal escuchará la declaración del exsecretario de Seguridad de la provincia de Córdoba, Oscar Alberto Bertea, y su entonces asesor, Rafael Magnasco, convocados para brindar testimonio en el proceso que investiga las posibles responsabilidades del viudo, Marcelo Macarrón, como instigador del femicidio cometido en noviembre de 2006.

Magnasco fue sindicado por diversos testigos como presunto amante de Dalmasso, aunque en el debate de ayer su hermano, Justo Magnasco, aseguró que esa versión fue divulgada por el propio Macarrón por sugerencia de su entonces abogado, Daniel Lacase. 

En 2006, cuando fue cometido el crimen, entre el entonces secretario Bertea y el abogado Lacase existía una fuerte interna política que arrastraban desde el menemismo, y esa disputa podría haberse inmiscuido en la investigación del crimen de Dalmasso, especularon algunos testigos e invetsigadores del caso.

Para la jornada también fue citado Nicolás Curchod, anfitrión de un asado del que participó Rafael Magnasco en días cercanos al crimen. 

En el proceso, el único acusado es el viudo Macarrón, investigado por el delito de "homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal", que contempla la pena de prisión perpetua.

De acuerdo con la acusación fiscal, presumiblemente unos meses antes del 25 de noviembre de 2006, Macarrón "en acuerdo delictivo con personas aún no identificadas por la instrucción, instigó el crimen de su mujer por desavenencias matrimoniales".

Un femicidio impune desde 2006

El 24 de noviembre de 2006, mientras Macarrón participaba de un torneo de golf en Punta del Este, entre las 20 horas del 24 de noviembre de 2006 y las 3.15 del 25, al menos una persona ingresó en la casa de Nora, en barrio Villa Golf de la ciudad de Río Cuarto, describe la acusación.

El homicida, "aprovechándose de la indefensión de la víctima, aguardó que ésta realice su rutina previa al descanso y abordó a Nora Dalmasso una vez que ésta se encontraba dormida en la habitación de su hija, ubicada en la planta alta de la vivienda", indica el texto de la fiscalía.  En esas circunstancias y "cumpliendo el plan delictivo acordado previamente con Macarrón y sus adláteres, la tomó del cuello, ejerciendo una fuerte presión con sus manos, anulando así toda posibilidad de defensa".

La hipótesis añade que, luego, "utilizó el cinto de toalla de la bata de baño que se encontraba en la habitación, realizando un ajustado doble lazo alrededor del cuello, ocasionando la muerte por asfixia mecánica".

Finalmente, indica, "ordenó la escena con la finalidad de simular un hecho de índole sexual, tras lo cual se retiró del lugar, sin dejar rastro alguno de su persona".