Carlos Pedro Tadeo Blaquier no se sentará en el banquillo de los acusados por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la zona de influencia del ingenio Ledesma, la empresa que él lideró durante décadas. El Tribunal Oral Federal (TOF) de Jujuy que debía juzgarlo consideró por mayoría que el empresario de 94 años no está en condiciones de afrontar un juicio oral y público. Para llegar a este resultado, Blaquier contó con la inestimable ayuda de la Cámara Federal de Casación Penal y de la Corte Suprema, que demoraron durante casi ocho años el proceso que incluye los secuestros y desapariciones ocurridos durante las Noches del Apagón.
Este miércoles, los jueces Gabriela Catalano y Abel Fleming decidieron dejar fuera del juicio a Blaquier después de un largo debate acerca de si estaba en condiciones psíquicas de estar en el banquillo. La tercera integrante del TOF, Alejandra Cataldi, consideró que debían repetirse los estudios sobre el empresario –como habían reclamado la fiscalía y las querellas– y que debía determinarse si Blaquier interviene en la administración de sus empresas.
El TOF de Jujuy tomó la decisión de apartar a Blaquier después de una audiencia clave que se llevó adelante el lunes 28 de marzo. Allí, los jueces escucharon a los expertos del Cuerpo Médico Forense (CMF) que habían dicho que, por el deterioro cognitivo que presenta, Blaquier no puede estar en juicio. Los representantes de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación llegaron a la misma conclusión. Por el contrario, los peritos del Ministerio Público Fiscal dijeron que debían repetirse los estudios, sugirieron que los realizara la Universidad de Buenos Aires (UBA) y explicaron que Blaquier simulaba --incluso uno de los expertos dijo que Blaquier se molestó durante la evaluación cuando le preguntaron por las Noches del Apagón--. La querella del Comité para la Defensa de la Salud, la Ética y los Derechos Humanos (Codesedh) también entendió que aparentaba su incapacidad.
Es posible que la fiscalía apele. Fuentes de la Procuración dijeron a este diario que estaban evaluando ese camino. Lo mismo podría hacer la querella del Codesedh. En tal caso, sería la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal la que debería revisar la decisión del TOF de Jujuy. Días atrás, dos de sus integrantes --Mariano Borinsky y Javier Carbajo-- rechazaron un planteo de Blaquier para atrasar el juicio.
En 2012, el juez federal Fernando Poviña procesó a Blaquier en dos causas: la que versa sobre los secuestros que se produjeron inmediatamente después del golpe de Estado –entre los que se cuentan el del médico Luis Arédez, cuya esposa, Olga Márquez, fue el emblema de la denuncia contra Ledesma– y una veintena de secuestros y desapariciones ocurridas en julio de 1976 en lo que se conoció como las Noches del Apagón, cuando el corte de suministro eléctrico ayudó a los grupos de tareas para llevarse a decenas de personas con los vehículos que proveyó el ingenio.
Al año siguiente, la Cámara Federal de Salta confirmó el procesamiento de Blaquier, que debió haber seguido su camino hacia el juicio oral. Sin embargo, en marzo de 2015, la Cámara Federal de Casación Penal –con los votos de Juan Carlos Gemignani, Eduardo Riggi y Gustavo Hornos– revocó su procesamiento y le dictó una falta de mérito que paralizó el trámite.
La Corte recién resolvió en julio del año pasado –seis años y medio después– que la Casación había obstaculizado indebidamente el juicio contra uno de los hombres más poderosos del país. Después de intentar frenar la elevación a juicio, la defensa de Blaquier –encabezada por el excamarista Jorge Valerga Aráoz– invocó razones de salud. El TOF de Jujuy después de casi siete meses le terminó dando la razón.
El tiempo jugó a favor de Blaquier. El exadministrador del ingenio Alberto Lemos no tuvo la misma suerte y deberá afrontar el juicio en el que se discutirá la responsabilidad de una de las empresas más influyentes de la Argentina en delitos de lesa humanidad.