Florencia Magalí Morales había nacido en Las Heras, Mendoza, y vivía en Santa Rosa de Conlara --a 50 kilómetros de Merlo, en San Luis--, con sus hijos de 11 y 7 años, y con su nieta de 2. Era empleada de un hotel, madre y abuela sola. El 5 de abril de 2020 había salido en el momento más estricto del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio por la pandemia de coronavirus. Terminó encerrada en una celda, presuntamente por haber violado la cuarentena. Esa tarde la encontraron ahorcada con el cordón de una prenda, luego de haber pasado horas pidiendo auxilio. "Hoy se cumplen dos años del asesinato de mi hermana en manos de la policía de la comisaría 25, no hay justicia sino encubrimiento y complicidad de todo un sistema que oculta un femicidio, porque nadie se suicida en una comisaría", dijo a PáginaI12 Celeste Morales, quien viene solicitando audiencia para ser recibida por el presidente Alberto Fernández.
Sus familiares y amigues, junto a organizaciones de derechos humanos y colectivas feministas, marcharon en la ciudad de San Luis "para que la verdad salga a la luz". En tanto, sus abogados Santiago Calderón Salomón y Federico Putelli informaron que apelaron ante el Tribunal de Impugnaciones "para logar que la caratula sea homicidio y con ello aspirar al debate oral con el objetivo de lograr justicia por toda su familia". Los letrados recordaron que aquel día, "en plena cuarentena del año 2020, ella había ido a comprar alimentos para sus hijos, pero terminó detenida; y su familia por la noche, recibía la peor noticia, Florencia estaba muerta".
La versión policial indicó que la mujer se había quitado la vida en la celda, pero la segunda autopsia derribó esa hipótesis. Ese segundo análisis del cadáver de Morales reveló la "existencia de lesiones premortem" y que "llamativamente" desaparecieron algunos órganos del cadáver. Tampoco fue cierto que la detuvieron cuando iba en bicicleta a contramano, lo cual fue desmentido por las imágenes de las cámaras de seguridad. En las primeras versiones los policías mencionaron que había violado el ASPO dado que la terminación de su documento de identidad no le permitía circular ese día. Sin embargo, también está probado que ingresó por su voluntad a la comisaría porque fue a ver a un conocido.