En la Argentina se debate la posibilidad de cambiar el huso horario actual (-3) y llevarlo a -4, a partir de una propuesta del diputado nacional de la UCR Julio Cobos. Esta práctica, resistida por algunes y celebrada por otres, viene aplicándose en el país, de manera intermitente, desde 1930.
El sistema mundial de husos horarios, con Greenwich como meridiano de referencia, fue establecido en 1884 y adoptado por Argentina en 1920, según describió en un extenso hilo de Twitter Diego Golombek, investigador del Conicet, quien este martes expuso en la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados de Mendoza a favor del proyecto de Cobos.
Antes de adoptar aquel sistema, los horarios eran locales, y "cada ciudad basaba su mediodía en el horario en que el sol estaba en su punto más alto". La llegada del ferrocarril, señaló Golombek, "cambió todo: no podían estar cambiando el reloj a cada rato, y se instauraron las primeras zonas horarias, por ejemplo en EE.UU.".
Tras la instauración del sistema mundial de husos horarios, la forma de medir el horario se universalizó. A la Argentina, si se observa el mapa de husos horarios, "le corresponde el huso horario -4 (o sea, 4 horas al oeste de Greenwich)" en casi todo el territorio nacional. "Hay una franja al oeste que incluso queda en el huso -5", indicó el especialista.
Sin embargo, advirtió Golombek, "como podemos ver, todo huso es político, y los países van cambiando las líneas y horarios de acuerdo con consideraciones que cambian con el tiempo. Así, la Argentina comenzó en 1930 a alternar horario de verano (zona horaria -3) con horario de invierno (zona horaria -4), aduciendo beneficios energéticos".
Hacia 1974, continuó el investigador, "nos quedamos en zona -3 como permanente, e incluso alternando con zona -2 para horario de verano, cada vez más alejados de nuestro horario natural".
Haber adoptado el huso -3 en lugar de -4 "es un equívoco que no se logra explicar claramente", opinó como conclusión Golombek en su hilo de Twitter.
Alternancias en Argentina
Según Golombek, "si contamos las alternancias verano invierno, en Argentina hemos cambiado la zona horaria unas 57 veces". Lo peor, consideró el experto, "es claramente la alternancia en verano a huso horario -2", dado que "si ya estábamos en la punta de Brasil, en el verano pasábamos a estar en medio del Atlántico".
Tal como indicó el científico, a partir de la década de 1930 la hora oficial argentina pasaba de -4 a -3 durante el verano, para luego volver a -4 en otoño. Sin embargo, en el verano 1941-1942, el horario se llevó de -4 a -3 pero al llegar el otoño no se volvió a -4, por lo cual los argentinos y argentinas se mantuvieron en un mismo horario durante todo el año.
Esos dos esquemas —uno con cambios horarios según estaciones y otro con el mismo horario todo el año— se fueron alternando.
En 1943, 1946, y 1964-1969 se usó el esquema mixto, con una parte del año en -3 y otra en -4. En 1942, 1944-1945 y entre 1947 y 1962, en cambio, se uso el esquema uniforme, con la hora oficial ajustada a -3 durante todo el año, sin horarios diferenciados por estaciones.
Crisis energéticas
En 1973, la crisis del petróleo hizo que muchos países europeos que no estaban aplicando el horario de verano volvieran a utilizarlo. En ese contexto, el gobierno argentino, como hizo Estados Unidos, estableció medidas de austeridad energética, entre ellas la imposición de un límite máximo a la velocidad de los vehículos.
En enero de 1974, debido a la crisis, el huso horario de verano pasó a ser de -2 por tres meses, un valor que no había sido utilizado antes.
Finalizados esos tres meses, el país permaneció durante 14 años con el huso horario en -3. En 1988, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, Argentina enfrentó una crisis eléctrica, provocada por una escasez de precipitaciones que redujo la generación de las centrales hídricas, la obsolescencia de las máquinas térmicas y un deterioro del sistema eléctrico en general. En este contexto, el gobierno nacional anunció diversas medidas para reducir el consumo, entre ellas la adopción del horario de verano con huso -2, que finalizaba en marzo, cuando el país volvía a -3.
Diferencias entre las provincias
Esta práctica se repitió por varios veranos más, hasta que en 1991 empieza a perder adhesión en varias jurisdicciones.
En el verano 1991-92 las provincias de Misiones, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, La Pampa, San Luis, La Rioja, Tucumán y Río Negro se mostraron reacias a implementar el horario de verano.
En el verano 1992-1993, el rechazo ya era mayor y solo Buenos Aires, Jujuy, Tucumán, Catamarca, Entre Ríos, Santa Cruz y Tierra del Fuego aceptaron cambiar la hora.
Debido a la resistencia, entre 1993 y 2004 todas las provincias se quedaron con horario fijo -3. En el ínterin, en 1999, se sancionó la Ley N° 25 155, con el propósito de establecer como hora oficial -4.
La norma incluía un horario de verano entre octubre y marzo. Sin embargo, diversas dudas sobre el eventual impacto en el consumo de energía hicieron que el Poder Ejecutivo publicara el decreto 186 prorrogando por un año la aplicación de la ley e instruyendo estudios para aclarar las eventuales consecuencias de la misma.
Luego, ese plazo fue extendido de forma indeterminada y, con el paso del tiempo, el cambio fue desestimado.
Crisis en invierno
En 2004, la Argentina atravesó otra crisis energética, esta vez provocada por la distribución de gas natural. A diferencia de las crisis eléctricas que tienen lugar en verano, esta tuvo lugar en invierno, época de mayor consumo de gas.
Ante ese escenario, Mendoza aprobó las leyes provinciales Nº 7210 y 7277, que declararon la emergencia energética en la provincia y establecieron como hora oficial -4 por el invierno de ese año, recuperando -3 en septiembre.
Imitaron esa iniciativa San Luis, Catamarca, Tucumán, La Rioja, Santa Cruz, San Juan, Chubut y Tierra del Fuego, aunque a fines de junio 5 de esas provincias dieron marcha atrás.
Programa nacional de uso racional y eficiente de la energía
En 2007, el gobierno lanzó el Programa nacional de uso racional y eficiente de la energía a través del decreto 140/2007 que incluyó, entre otras medidas, la implementación del horario de verano.
El Congreso, por su parte, aprobó la ley 26 350 —que rige actualmente—, que estableció como oficial en todo el país el huso -3 y habilitó al Poder Ejecutivo a implementar el horario de verano en -2.
Entre el 30 de diciembre de 2007 y el 15 de marzo de 2008, el horario -2, de verano, rigió en gran parte de Argentina, a excepción de San Luis, cuya Cámara de Diputados aprobó la ley V- 0649-2008, por la cual declaraba su hora oficial -4 en invierno con horario de verano en -3. Tomando como referencia esa norma, y a contramano del resto del país, el 21 de enero de 2008 la provincia volvió a -3.
Zonificación horaria
En el verano de 2008-2009, el gobierno nacional oficializó, por primera vez, una zonificación horaria: estableció el periodo estival entre octubre y marzo pero mediante el decreto 1705 exceptuó de cumplir el cambio horario a 11 provincias (Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego), argumentando que, en esas jurisdicciones, el cambio horario no constituía una alternativa ventajosa.
Aunque Jujuy no estaba incluida en las excepciones, la provincia decidió sumarse a través de un decreto del Poder Ejecutivo local, con el objetivo de tener la misma hora que su región.
Sin cambios desde 2009
En el verano 2009-2010, más de 20 provincias solicitaron no realizar el cambio de horario a -2, por pedido de las cámaras empresarias del espectáculo, turismo y gastronomía que veían reducida su actividad.
En ese contexto, el Gobierno nacional comunicó que no se realizaría la modificación de huso para ese periodo estival. Desde entonces, el país tiene como hora oficial -3 todo el año en todo el territorio.