El Senado de los Estados Unidos aprobó este jueves el pliego de Ketanji Brown Jackson para integrar la Corte Suprema. Se trata de un hecho histórico: por primera vez, una mujer negra accede al máximo tribunal.
La vicepresidenta Kamala Harris estuvo al frente de la sesión en la que, con asistencia perfecta de los cien senadores, la moción por aprobar el pliego de Brown Jackson tuvo 53 votos a favor y 47 en contra.
La jueza de 51 años contó con el apoyo de toda la bancada del Partido Demócrata, 48 senadores, más dos aliados independientes que suelen acompañar al partido gobernante en las votaciones.
Los republicanos, que se oponían a su nominación, sufrieron la pérdida de tres senadores que votaron a favor. Si hubiera habido un empate, habría desempatado la vicepresidenta Harris, en favor de la jurista.
El presidente Joe Biden nominó a la jueza de la Corte de Apelaciones del Circuito del Distrito de Columbia en enero pasado, tras el retiro de Stephen Breyer, un exponente del ala liberal de la Corte Suprema.
El nombre de Brown Jackson ya había sido barajado por el gobierno de Barack Obama en 2016, ante la perspectiva de que se apareciera una vacante en el máximo tribunal.
Brown Jackson se destacó con fallos como el de 2019, que frenó las deportaciones de inmigrantes ilegales en el marco de la dura política antiinmigratoria de Donald Trump.
La Corte Suprema tiene una marcada tendencia conservadora gracias a los tres nombramientos que hizo Donald Trump en su mandato. Y que se mantendrá con la nueva jueza, que reemplaza a un juez del ala progresista.
El más reciente nombramiento fue polémio, ya que en plena campaña de 2020, falleció la jueza liberal Ruth Bader Ginsburg, quien había pedido que, en caso de moriri antes del recambio presidencial, se esperara el resultado de las elecciones.
Trump, con apoyo del Partido Republicano, nominó a la conservadora Amy Coney Barrett, de 48 años. Por su edad, y tratándose de cargos vitalicios, puede permanecer en su puesto 30 años o más, si no se jubila.
Lo mismo vale para los otros jueces designados por Trump, Neil Gorsuch, de 54 años, y Brett Kavanaugh, de 56.
Los republicanos bloquearon durante todo el último año de Obama en la Casa Blanca una posible nominación, tras la muerte del conservador Antonin Scalia, en febrero de 2016, con el argumento de que era un año electoral.
En realidad, consiguieron impedir la llegada de un juez liberal a una Corte que, con Trump, profundizó su giro a la derecha, ya que hoy 6 de sus nueve integrantes pertenecen a ese universo ideológico, a pesar de que siempre hubo un equilibrio entre conservadores y demócratas.