En el Gobierno ya admiten que el Indicador de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC reflejará en marzo un alza un poco encima de los 6 puntos porcentuales. Así, será la marca más alta del año, según especularon fuentes oficiales ante la consulta de Página I12. Luego, según apuntan los que siguen de cerca estos temas, empezará un camino de descenso paulatino de los precios desde el mes de abril en adelante.
El próximo miércoles se conocerá la cifra de inflación, que tendrá un impacto fuerte de los alimentos pero también de otros precios no estacionales y que siguen siendo muy altos, como el caso de los productos textiles. Ya la inflación venía en un alza fuerte en un mes naturalmente moderado, como febrero, en el que esta vez los valores generales subieron 4,7 por ciento, una rareza. Y los alimentos pesaron mucho, pero marzo tendrá, según el Gobierno, impacto pleno de la guerra en Europa sobre los commodities agropecuarios.
Las mediciones de consultoras privadas ya venían adelantando y especulando con una inflación de marzo alta. El Banco JP Morgan pronosticó un 5,8 por ciento, la consultora LCG marcó un 6,3 por ciento, mientras que mediciones de asociaciones de consumidores también reflejaron una dinámica muy importante en los precios de alimentos. Consumidores Libres, la consultora del exdiputado socialista Héctor Polino, mostró un alza de 5,2 por ciento en 21 productos de la canasta básica en marzo. Además, desde el primero de enero se acumuló una suba muy superior al 15 por ciento.
Según Polino, los productos de almacén son los que más pesaron. Sobre todo lácteos, con un alzas superiores al 3 por ciento, el pan fresco, con subas de hasa 14 por ciento, los huevos, con casi 15 puntos y la harina de trigo, con casi 6 por ciento de incremento. También hubo un aporte muy fuerte de productos frescos: en frutas y verduras, la manzana -que desde el 11 de abril será parte de la canasta de frescos de la secretaría de Comercio Interior- subió 7,4 por ciento, las naranjas casi un 17, la cebolla 9,5, ya la zanahoria 11 por ciento.
Esta dinámica de precios de góndola y frescos explica la urgencia con la que el Gobierno salió a reforzar los planes de precios de referencia, como Precios Cuidados, y las canastas de cortes populares de carne, frutas y verduras.
Ahora bien, ¿qué espera el Gobierno que ocurra luego del récord de marzo? La expectativa es que abril sea el inicio de la desaceleración, alcanzando ese mes un número algo por encima del 5 por ciento. Así, se cerraría un primer cuatrimestre muy complicado, tal como lo venía previendo el Gobierno, para luego entrar en una segunda mitad de año más moderada. Es que, además, de abril en adelante se correrán aumentos por una vez, como el de combustibles y el de tarifas, que aún no aplicaron con fuerza. Marzo, además de una dinámica de precios muy alza en alimentos, también suele computarse como el mes más caliente de los precios porque coincide con el arranque formal del año.