El actual director del Museo Malvinas y veterano de guerra, Edgardo Esteban, logró recuperar los documentos secuestrados que habían sido subastados por Internet, luego de que el comprador accediese a devolvérselos.
“TODO VUELVE!!!”, escribió Esteban en Twitter al celebrar la noticia. Su abogado, Miguel Amadeo Cincotta, agregó: “Estamos felices de haber llegado a esta resolución".
"No tenemos los datos del comprador, pero logramos que la Policía del Reino Unido le reclamara los documentos y él estuvo de acuerdo", añadió el representante del estudio Cincotta International Advisory Firm.
El letrado fue contratado por Esteban cuando se enteró de que su cédula de soldado y algunas de sus fotos, que le fueron secuestradas cuando fue tomado como prisionero tras la rendición argentina, serían subastados en la plataforma EBay.
Durante el remate, que se realizó el 16 de julio de 2020, un comprador anónimo se quedó con los documentos del veterano argentino por 750 libras.
"Ratifico mi deseo de recuperar mi cédula de soldado por una cuestión humanitaria y porque es mi derecho, no se puede mercantilizar un documento, un bien que es mío y que forma parte de mi historia", reclamó entonces Esteban, autor del libro y el guión de la película "Iluminados por el fuego".
Desde aquella subasta se inició el reclamo, invocando el derecho humanitario y denunciando la violación del Convenio de Ginebra relativo a los prisioneros de conflictos bélicos.
"En el Reino Unido se hace la denuncia ante la Policía y esta investiga e intenta solucionarlo, como en este caso. Por eso fueron al domicilio del comprador. Si él no hubiese accedido a entregarlos, teníamos que elevarlo a la Corte", explicó Cincotta.
El abogado, quien reconoció sentirse "orgulloso y emocionado de haber sido parte de este proceso", agregó que está en comunicación con la embajada argentina en Londres para que sea allí donde se produzca la entrega del documento y de las fotos que se subastaron.
"Queremos que la entrega se haga lo antes posible", aseguró Cincotta, convencido de que la restitución de los objetos a su dueño pondrá fin a un suceso que comenzó hace 40 años en el Atlántico Sur.