Como había actuado en vivo con BoomBox en 2015, en un recital benéfico en Londres para el Belarus Free Theatre, hace un par de semanas le preguntaron a David Gilmour si había visto la cuenta de Instagram del cantante ucraniano Andriy Khlyvnyuk, de la banda Boombox. Entonces el músico inglés encontró que su colega abandonó la gira estadounidense de su grupo para sumarse a la lucha armada contra la invasión rusa. En el feed, Khlyvnyuk, vestido con un uniforme militar, canta parado frente a la Catedral de Santa Sofía, de Kiev, una versión sin acompañamiento de “Oh, the Red Viburnum in the Meadow”: canción de protesta de 1914 escrita en honor de los fusileros de Sich que lucharon tanto en la Primera Guerra Mundial como en la Guerra de independencia de Ucrania. Luego de ver eso, Gilmour literalmente se preguntó: “¿Qué diablos puedo hacer?”.

Así nació “Hey Hey, Rise Up!”, el nuevo tema de Pink Floyd en 28 años. Lo recaudado por el single, que se lanzará en la medianoche del viernes, será destinado a la ayuda humanitaria en Ucrania. “Pensé que eso era algo bastante mágico, y que tal vez se podría hacer algo con eso”, le compartió Gilmour al diario británico The Guardian sobre un tema que muestra la actuación de Khlyvnyuk. Si bien en 2014 se reunieron el frontman y el baterista Nick Mason para hacer The Endless River (con tomas descartadas de The Division Bell, su álbum de 1994), ese repertorio, en buena medida instrumental, surgió a manera de tributo al difunto tecladista de la banda, Rick Wright. Desde ese momento, el cantante y guitarrista dio por terminado el proyecto musical creado en 1965. Para él no tenía sentido seguir adelante sin Wright, quien había fallecido a razón de un cáncer en 2008.

Sin embargo, la invasión a Ucrania cambió la decisión de David Gilmour. En buena medida, por el vínculo que tiene el músico con ese país. Sus nietos son mitad ucranianos, en tanto que su nuera es de allá. La abuela de ésta había estado en Kharkiv hasta hace tres semanas, y lograron sacarla hacia Polonia. Desde la semana pasada, se encuentra en Suecia. Mientras su familia política vivía ese periplo, el artista inglés comenzó a componer el tema, inspirado en Khlyvnyuk. Una vez que tenía listo los acordes, convocó apresuradamente a Mason (en el video se lo ve tocando la batería con su instrumento decorado por una pintura de la artista Maria Primachenko) para una sesión de grabación. A la que sumó además al bajista Guy Pratt y al tecladista Nitin Sawhney. “Los llamé, y estuvieron no sólo de acuerdo sino felices con hacerlo”, dijo el frontman al medio británico.

Y además remata: “Es Pink Floyd si somos Nick y yo, y ése es el mayor vehículo promocional. El apoyo del grupo a los ucranianos podría ayudar a levantar la moral en esas áreas. Necesitan saber que el mundo entero los apoya”. Al momento de hacer “Hey Hey, Rise Up!”, Gilmour intentó rastrear a Khlyvnyuk. Lo hizo por teléfono, así como por Instagram. Aunque finalmente terminó encontrándolo por correo electrónico. El músico ucraniano estaba en un hospital recuperándose de las heridas que le dejó un mortero. La última vez que ambos hablaron fue el martes pasado. Aparte de conocer su estado de salud, el cantante y guitarrista pudo enviarle la canción. Gilmour contó que el líder de BoomBox estuvo complacido con el resultado, al punto de que le dijo que una vez que esto terminara le invitaría una cerveza que correría por su cuenta. Esto alivió mucho a Gilmour.

En la otra vereda está Roger Waters. Pese a que el ex bajista de Pink Floyd no se pronunció hasta el momento sobre el nuevo tema de la banda, sí lo hizo acerca de la invasión rusa a Ucrania. En marzo pasado, el músico le respondió a Alina Mitrafanova, una joven de 19 años que le pidió que contara su opinión sobre el conflicto. “Querida Alina, leo tu carta, siento tu dolor y estoy disgustado por la invasión de Putin a Ucrania. Es un error criminal, el acto de un gángster. Debe haber un alto al fuego inmediato”, escribió Waters. “Lamento que los gobiernos occidentales alimenten el fuego que destruirá tu hermoso país vertiendo armas en Ucrania, en lugar de participar en la diplomacia que será necesaria para detener la matanza. Tengan la seguridad de que si todos nuestros líderes no rechazan la retórica y participan en negociaciones diplomáticas, quedará muy poco de Ucrania cuando la lucha termine”.

Además, el cantautor inglés añadió: “Haré todo lo que pueda para ayudar a llevar a cabo el fin de esta terrible guerra en tu país, cualquier cosa que sea excepto ondear una bandera para alentar la matanza”. Vale la pena subrayar que Waters y Gilmour están enemistados. Si bien los fans de Pink Floyd esperan desde 2018 la versión remasterizada del álbum Animals (1977), el retraso se debe a la rivalidad entre ambos. Según explicó el bajista en junio pasado, el guitarrista y cantante se niega a incluir en esta reedición las notas del periodista Mark Blake acerca del proceso creativo del disco. “Quiere que esta historia permanezca en secreto”, afirmó el bajista, quien previamente dijo que lo que su excompañero desea es atribuirse los méritos creativos de ese trabajo. La última vez que se los vio juntos en un escenario fue en 2005, como parte del recital benéfico Live 8.