Victor Brusa escuchó ayer su cuarta condena desde su casa, a media cuadra del Juzgado Federal de Santa Fe donde operaba. El Tribunal Oral Federal –integrado por los jueces de Rosario Mario Gambacorta, Germán Sutter Schneider y Eugenio Martínez Ferrero- lo condenó a ocho años de prisión por “apremios ilegales” a tres militantes peronistas durante la dictadura, pero no resolvió dónde cumplirá la sentencia, a pesar de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación le anuló la prisión domiciliaria en octubre de 2021, hace casi seis meses. Tampoco unificó las penas con las tres condenas anteriores a 23 años de prisión por “asociación ilícita” y “apremios ilegales” a nueve militantes de la Juventud Peronista. En los alegatos, el fiscal Martín Suárez Faisal le había pedido 10 años de prisión por los mismos delitos que lo condenaron y la abogada querellante Lucía Tejera 15 años de cárcel por “tormentos agravados” en el “contexto de genocidio”. Ya en 2009, Brusa había sido condenado a 21 años de prisión por “apremios ilegales” en ocho casos; en 2014, a siete años de prisión por “asociación ilícita” y en 2017, a tres años por “apremios ilegales” a otro de sus perseguidos. Más, la condena de ayer a ocho años. Si se sumaran, serían 39 años de prisión a cumplir, pero no en la casa.
El juez Gambacorta, que presidió el Tribunal, leyó el veredicto poco después de las 13.30. Los tres imputados en el juicio fueron condenados: Brusa y dos ex policías de la provincia: la ex carcelera del Área 212 –que operaba en la Guardia de Infantería Reforzada-, María Eva Aebi, y el ex oficial Juan Eduardo González.
*Brusa, a 8 años de prisión por “apremios ilegales” a los militantes peronistas Francisco Klaric, Eduardo Bafficco y Carlos Chiarulli.
*Aebi, a 6 años y seis meses de prisión por la “privación ilegal de la libertad agravada” a Marta Berra –que estaba embarazada en la época de los hechos- y Milagros Almirón, quien era una niña de 14 años.
*Y González, a 9 años de prisión por “privación ilegal de la libertad agravada” en perjuicio de tres militantes de la Federación Juvenil Comunista: José Schulman, Graciela Roselló y Hernan Gurvich y “violación de domicilio por allanamiento ilegal”, de la casa donde vivían, en octubre de 1976.
El Tribunal les impuso también la pena accesoria de “inhabilitación especial” para ocupar cargos públicos por “el doble del tiempo de la condena”. Los fundamentos de la sentencia se conocerán el 10 de mayo, a las 12.
Uno de los interrogantes del juicio quedó sin respuesta. ¿Dónde cumplirá la pena Brusa? ¿En su casa, como hasta ahora? ¿O volverá a la cárcel de Las Flores?, como reclaman los organismos de derechos humanos. El Tribunal sólo apeló a una fórmula de trámite: “estar a lo que se resuelva en los incidentes respectivos en relación a la modalidad de detención que cumplen los nombrados”, que son Brusa, Aebi y González. La “modalidad” -que señaló- es la que ya se sabe: la libertad domiciliaria, a pesar que en el caso del ex juez federal de Santa Fe la Corte Suprema de Justicia de la Nación la anuló el 28 de octubre de 2021.
Ayer, en la convocatoria en las puertas del Tribunal, el Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe reclamó “justicia sin privilegios”. Y denunció que ya transcurrieron casi seis meses“ sin que el Tribunal decida la vuelta a prisión de Brusa, indicada por la Cámara Federal de Casación Penal” y por la Corte Suprema de la Nación.
El veredicto tampoco unificó las condenas, que en el caso de Brusa es la cuarta y en el de Aebi, la sexta. Gonzalez es la primera vez que responde ante los jueces porque antes estuvo prófugo. El Tribunal ordenó que “por Secretaría se realice el cómputo legal con notificación a las partes”, dice el veredicto, lo que ya genera interrogantes. Aebi ya sumó seis condenas. Las cinco anteriores que se habían unificado en 25 años de prisión por “asociación ilícita”, “privación de la libertad agravada” y “tormentos agravados” a 16 víctimas del terrorismo de Estado y “partícipe necesaria en el delito de aborto a Silvia Suppo”. Más la de ayer. A saber: 19 años de prisión en 2009, cinco años en 2014, doce años en 2017, diez años en 2018, siete años en 2019 y seis años y seis meses, en 2022. Si se sumaran, serían 49 años y seis meses de prisión a cumplir, pero no en la casa.
En la penúltima audiencia, el jueves a la tarde, Brusa y Aebi rechazaron la posibilidad de decir sus últimas palabras. “Ya le hice saber al Tribunal, a través de la defensa, que no tenía nada que declarar”, dijo el primero.
-Entiendo que no hará uso de sus últimas palabras. ¿Eso me quiere decir? –le preguntó el juez Gambacorta.
-Sí, correcto –respondió Brusa. Y lo mismo sucedió con Aebi: “Ya he dicho todo lo que tengo que decir. Nada más”. Siguió González, quien se declaró “absolutamente inocente de los hechos” que se le imputaron en el juicio, que fueron los secuestros de Schulman, Roselló y Gurvich y el “allanamiento ilegal” de la casa en la que ellos vivían, en octubre de 1976.