Mientras la fuerzas armadas rusas continúan su ofensiva militar en el este de Ucrania al menos 50 personas murieron, entre ellas cinco niños, y cerca de 100 resultaron heridas hoy en un ataque con cohetes contra la estación de Kramatorsk. En esta ciudad ubicada en medio de la zona del conflicto, centenares de personas esperaban un tren para salir de la región, asediada por fuerzas rusas.
"Maldad sin ímites"
El gobierno de Volodomir Zelenski condenó la "maldad sin límites" de Rusia. "Como no tienen fuerza ni valor para enfrentarse a nosotros en el campo de batalla, destruyen cínicamente a la población civil. Es una maldad sin límites. Y si no se castiga, no cesará jamás", dijo el mandatario ucraniano en Telegram. El presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, acusó a Rusia de haber cometido una "atrocidad horrible" en Kramatorsk. "El ataque de una estación ucraniana es una nueva atrocidad horrible cometida por Rusia, afectando a civiles que intentaban salir y ponerse a salvo," tuiteó el mandatario estadounidense.
El conflicto Rusia- Ucrania, minuto a minuto
Sin embargo, el Moscú negó que sus fuerzas armadas hayan sido las autoras del ataque con misiles contra la estación ferroviaria. "El 8 de abril, las fuerzas armadas rusas no tenían misiones de fuego en la ciudad de Kramatorsk y no estaban planificadas", señaló el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado difundido en su cuenta oficial de Telegram. El ministerio afirmó que "los misiles tácticos Tochka-U, cuyos fragmentos fueron hallados en los alrededores de la estación de Kramatorsk y (cuyas imágenes) fueron difundidos por testigos, solo son utilizados por las fuerzas armadas ucranianas...El objetivo de este ataque orquestado por el régimen de Kiev contra la estación de tren de Kramatorsk era impedir que la población civil se fuera de la ciudad para poder usarla como escudo humano", dice el comunicado.
"Humanidad en pedazos"
Mientras tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo este viernes que vio "la humanidad en pedazos" en la localidad de Bucha, donde visitó junto al alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, una fosa común de civiles masacrados. "Hemos visto toda la frialdad del ejército de Putin. Hemos visto la imprudencia y el corazón frío que ellos han tenido al ocupar esta ciudad. Hemos visto la humanidad en pedazos en Bucha. El mundo entero está de luto por lo ocurrido en Bucha", dijo Von der Leyen.
Al igual que en Kramatorsk, Rusia acusa a las fuerzas ucranianas por la masacre de Bucha, donde decenas de cadáveres aparecieron esparcidos por las calles luego del retiro de tropas rusas a principios de marzo. Según el Kremlin se trataría de una venganza ultranacionalista contra ciudadanos tildados de colaboracionistas, ocurrida después de la retirada rusa del centro de Ucrania. Esa masacre que Rusia niega haber cometido le costó a Moscú esta semana su asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Ayuda militar
Borrell, a su vez, anunció en Kiev que la Unión Europea va a asignar otros 500 millones de euros para ayuda militar a Ucrania y que la UE vuelve a tener representación en la capital ucraniana."Me complace anunciar aquí, en Kiev, que la Unión Europea va a asignar otros 500 millones de euros del Fondo Europeo para la Paz para que el ejército ucraniano obtenga armas para defender a su país y a su pueblo", dijo Borrell.
Mientras tanto el alcalde de Chernigov informó que unas 700 personas murieron desde el inicio de la invasión rusa. Chernigov, una ciudad situada en el norte de Ucrania cerca de la frontera bielorrusa fue destruida en un 70por ciento, agregó su alcalde. "Puedo dar un dato aproximado, 700 personas. Se trata de militares y civiles", aseguró Vladyslav Atrochenko citado por la agencia de prensa local Unian. Entre los fallecidos hay 70 cuerpos que todavía están sin identificar, según el alcalde, que da por muertos a muchos de los desaparecidos porque fueron vistos por última vez en edificios y vehículos finalmente destruidos por Rusia.
Refugiados y desplazados
En total más de 4,32 millones de ucranianos han dejado su país a consecuencia de la guerra, aunque este flujo se está ralentizando en las últimas jornadas, indicó la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Este jueves ACNUR sumó alrededor de 5.000 nuevos refugiados, la cifra más baja desde que comenzara la invasión rusa el 24 de febrero.
Polonia acoge 2,5 millones de estos refugiados ucranianos y, según indicó hoy el portavoz de ACNUR Matthew Saltmarsh, ha otorgado ya a 700.000 de ellos el número de identificación necesario para obtener acceso a la red sanitaria y otros servicios sociales públicos. Un 94 por ciento de los registrados son mujeres y niños. A los ucranianos que han huido de su país se añaden al menos 7,1 millones de desplazados internos en Ucrania.
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