Las sanciones "ilegales" contra Rusia pueden ser interpretadas como un acto de agresión internacional, advirtió este viernes Dmitri Medvédev, jefe adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, quien advirtió de que Moscú tiene derecho a una "defensa individual y colectiva". "En circunstancias determinadas, las sanciones ilegales pueden ser calificadas como un acto de agresión internacional por parte de algunos países o sus alianzas", escribió Medvédev en su canal de Telegram.

Ese sería el caso si las sanciones buscan, antes que nada, destruir la independencia económica y la soberanía estatal, y amenazan "la misma existencia del Estado", añadió el político, quien fue presidente de Rusia en 2008-2012. Las restricciones adoptadas últimamente contra Rusia son ilegales y forman parte de una "guerra híbrida" y "una clara violación de los derechos de la Federación Rusia," denunció. "En resumen, como dicen nuestros adversarios, esto es una declaración de guerra económica. En este caso, el Estado que sufrió la agresión, es decir Rusia, tiene el derecho a la defensa individual y colectiva en el marco de la legislación nacional y el derecho internacional", señaló. Medvédev advirtió: "Que nadie dude de que Rusia usará ese derecho en las formas y márgenes que considere conveniente".

Nueva ronda de sanciones

La advertencia del expresidente ruso llega el mismo día en que Gran Bretaña, la Unión Europea (UE) y Japón anunciaron nuevas sanciones a Rusia.

Katerina Tikhonova y Maria Vorontsova, hijas del presidente ruso Vladimir Putin, y Yekaterina Vinokurova, hija del canciller Sergei Lavrov, tienen ahora prohibida la entrada en el Reino Unido, donde se congelarán sus activos, precisó el ministerio británico de Relaciones Exteriores. La decisión de Londres que busca atacar el "fastuoso tren de vida del círculo cercano al Kremlin", según las autoridades británicas, se alinea con Washington y Bruselas que ya habían tomado medidas similares contra las hijas del presidente ruso. Reino Unido ya había sancionado también a Polina Kovaleva, hija de la supuesta amante de larga data de Lavrov.

Según el análisis del Gobierno británico, más de 275.000 millones de libras esterlinas (más de 360.000 millones de dólares) –o el 60 por ciento de las reservas extranjeras de Rusia– ya fueron congeladas como resultado de las sanciones. "En el G7, estamos trabajando con nuestros socios para poner fin al consumo de la energía rusa y golpear aún más la capacidad de Putin para financiar su invasión ilegal e injustificada de Ucrania", afirmó la canciller británica Liz Truss, en un comunicado.

Quinto paquete


La UE, en tanto, adoptó un quinto paquete de sanciones a Rusia, que apunta a sectores clave como el del carbón o el transporte marítimo y por ruta, entre otros. La nueva batería incluye la "prohibición de comprar, importar o transferir carbón y otros combustibles fósiles sólidos a la UE si se originan en Rusia o se exportan desde Rusia, a partir de agosto de 2022", un negocio valuado en 8.000 millones de euros anuales. La medida también ordena el cierre de los puertos comunitarios para los buques de bandera rusa, y de las carreteras de la UE para los transportistas de Rusia y Bielorrusia, con exenciones para algunos renglones como productos agroalimentarios, médicos, farmacéuticos, la energía o cargamentos humanitarios. También prohíbe la exportación del combustible para aviones, computadoras cuánticas, semiconductores avanzados, productos electrónicos de alta gama, software, maquinaria sensible y equipo de transporte, por un monto de 10.000 millones de euros; y a la importación de madera, cemento, fertilizantes, mariscos y licores, por 5.500 millones. Este quinto paquete incluye el veto total sobre las transacciones de cuatro bancos clave que representan en conjunto el 23 por ciento del sector bancario de Rusia.

Japón se suma


Japón se sumó a las medidas contra el Kremlin y anunció que renunciará al carbón de Rusia y expulsará a ocho de sus diplomáticos, en represalia a los "crímenes de guerra imperdonables" rusos, declaró el primer ministro japonés Fumio Kishida durante una entrevista en la televisión Tokio también anunció que incluirá a su lista de sanciones a otras 400 personas y 20 organizaciones de Rusia. "Las sanciones se imponen contra una veintena de organizaciones relacionadas con el ámbito militar, así como contra unas 400 personas físicas, incluidos militares y diputados", dijo Kishida. Según el jefe del Gobierno japonés, Tokio también añade a las sanciones los grandes bancos rusos Sberbank y Alfa-Bank e impone la prohibición de nuevas inversiones a Rusia y a importación de madera y vodka ruso.

Mientrar tanto Rusia anunció la expulsión de 45 diplomáticos polacos en represalia por una medida equivalente decidida a finales de marzo por Polonia. "Debido al principio de reciprocidad, 45 colaboradores de la embajada de Polonia y de sus consulados generales en Irkutsk, Kaliningrado y San Petersburgo fueron declarados 'persona non grata'", declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado.

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