Los trabajadores de la línea 60 de colectivos iniciaron esta mañana un paro total del servicio por la efectivización del despido de diez empleados, luego de que venciera la conciliación obligatoria dictada días atrás por el Ministerio de Trabajo. Según contaron los delegados gremiales que participaron en las audiencias, la empresa le solicitó al Gobierno “que le dé más subsidios y, si no, que la deje flexibilizar”.
Esteban Simonetta, delegado gremial de la línea, adelantó que la medida podría extenderse toda la jornada, o al menos, hasta el mediodía, cuando realizarán una asamblea general para definir los pasos a seguir. "La empresa se niega a continuar con la mesa de negociación Desde el lunes nos declaramos en estado de alerta y hoy se hizo efectivo el despido de diez trabajadores al no dejarlos entrar a trabajar", contó el sindicalista en declaraciones a radio El Mundo.
El conflicto comenzó el año pasado con la muerte del mecánico David Ramallo, de 35 años, mientras arreglaba una unidad en el taller de la nueva terminal del barrio porteño de Barracas. Desde ese momento, los trabajadores iniciaron un reclamo por mayores medidas de seguridad, a lo que la empresa, según explicó Simonetta, respondió con el despido de diez empleados, entre técnicos y choferes, y la suspensión de otros veinte.
Tras varios meses de negociación con la cartera que conduce Jorge Triaca, este jueves los despedidos no pudieron ingresar a cumplir sus funciones, por lo que sus compañeros iniciaron la medida de fuerza.
"La empresa reclamaba, en las reuniones del Ministerio, los altos costos laborales. Le estaba pidiendo al Gobierno que le dé más subsidios y, si no, que la deje flexibilizar, mientras nosotros estábamos lamentando la muerte de un trabajador. Eso consta en las actas", denunció hoy Simonetta.
La línea 60, que une la Capital Federal con los partidos bonaerenses de Tigre y Escobar, traslada en forma diaria, en sus 19 ramales, a unos 250 mil pasajeros.