Con un penal típico de VAR, bien ejecutado por Edwin Cardona, Racing, el puntero de la Zona 1 y único invicto de la Copa de la Liga le ganó sobre la hora a Platense, sin merecerlo. El equipo que ahora dirige Omar De Felippe levantó su nivel respecto de las últimas actuaciones, jugó de igual a igual y hasta tuvo más llegadas, pero no pudo evitar una nueva caída.

Curioso caso el de Platense, que arrancó muy bien el torneo y después, perjudicado por muchas lesiones, cayó sucesivamente ante Banfield (0 a 1), Unión (0 a 1), Patronato (1 a 2), Tigre (0 a 4), Newell’s Old Boys (1 a 2) y Racing (0 a 1). O sea, 7 sobre 9 en las tres primeras fechas y 0 sobre 18 en las seis siguientes.


Los vientos en contra de Platense corren en otra dirección en Racing. El equipo de Avellaneda venía de ganar sobre la hora en la Sudamericana y volvió a imponerse ahora en el epílogo cuando se descontaba un empate clavado. Que anda derecho, no hay ninguna duda.

La cancha de Platense no está bien, tiene muchos pozos y provocó muchas caídas perjudicando en algunos casos a jugadores en buena posición, pero no alcanza como justificativo de tanto pase fallado, tanto remate fallido y tanta impericia en el manejo del balón. En el concierto de errores de la primera mitad los que más sonaron desafinados fueron los visitantes, acaso porque tuvieron más tiempo la pelota. Con poco, Platense mostró un poco más en esos 45 iniciales. Un remate de Nicolás Delgadillo bien tapado por Gastón Gómez y un centro atrás del mismo Delgadillo con aroma a gol fueron el termómetro de ese período en el que Racing no pateó al arco.

Los cambios que ensayaron los dos entrenadores a medida que transcurría la segunda mitad movieron un poquito la aguja en favor de Racing. Cardona acertó en algunos pases, mejoró Leonel Miranda y ofreció algo más que Facundo Mura, en las subidas por la derecha, el flanco más débil de Platense.

Cuando el partido se iba de largo con el cero a cero que parecía dejar conformes a los dos, Fabricio Domínguez desbordó a su marca, tiró el centro atrás para el siempre voluntarioso Copetti y la pelota dio en el brazo de Kevin Andrade. El árbitro Pablo Echavarría se posó un largo rato mirando la escena hasta que se convenció de que debía cobrar penal. Cardona esperó que se moviera Jorge De Olivera y le dio bajo. Gol y triunfo de Racing que sigue bien arriba y gana hasta cuando no lo merece.