Los transportistas de cargas cerealeras cumplieron ayer las primeras 24 horas de su medida de fuerza y paralizaron el flujo de granos a puertos en plena cosecha gruesa. El reclamo se integra de varios motivos: quieren reabrir la discusión por las tarifas de los fletes, pero también plantean el cuello de botella que les depara la fuerte suba de costos, entre ellos, el del combustible que, para colmo, escasea y les impide trabajar de manera sostenida. 

Los mitines camioneros se multiplicaron durante toda la jornada en las autopistas Brigadier López y Aramburu, las rutas 11, 33, 34, y A-012 en la región, y en toda la geografía agrícola. Hasta ayer, permitieron el tránsito vehicular, pero mantuvieron bloqueados los ingresos a los puertos y aceiteras del cordón industrial.  

Con el correr de las horas y la permanencia de la medida de fuerza, hubo camiones que directamente ni salieron a las rutas. "Algunos se quedan en sus casas porque, simplemente, no tienen combustible. No queremos perjudicar a nadie, pero nuestra actividad hoy es inviable, nos llevaron a una situación límite, no nos dejan trabajar", resumió Pablo Agolanti, vicepresidente de la Federación de Transportadores Argentinos (Fetra). 

La entidad no precisó de manera oficial si la medida de fuerza concluyó ayer o si continuarán y hasta cuándo con el paro.

Los titulares de camiones (un sector donde conviven grandes empresas de logística con flotas numerosas y pymes o dueños de uno o dos vehículos de carga) alegan que no pueden con el encarecimiento del combustible, que hoy se paga hasta 180 pesos por litro según la zona, y encima con racionamiento y problemas de abastecimiento. En este sentido, afloró la denuncia de la existencia de precios "blue" en el gasoil.

"El problema es que uno espera la cosecha para trabajar bien y poder entonces pagar las cuentas, o cambiarle las cubiertas, que de 90.000 pesos pasó a valer 180.000 pesos cada una", explicó Roberto Guarnieri, presidente de la Fadeeac, la federación que nuclea a todas las cámaras de todo los rubros en el país.

Un informe de esta federación empresaria señala que en marzo los costos aumentaron 9,2% y acumulan 20% en el trimestre, y 54% interanual. Asimismo, la entidad refutó la teoría de que un aumento de tarifas de flete causaría un incremento en los precios de alimentos al consumidor. "La incidencia del flete en el precio final de un producto es del 2 al 4%", concluyó. 

La Fadeeac no adhiere al paro de los cerealeros porque, entre sus 4000 afiliados hay transportistas de combustible, precisamente. "Hay estaciones ya con cupo para cargar, otras que llenan tanques sin racionar y deja camiones sin cargar. La actitud es dispar. Dicen que el litro se irá a 200 pesos. Será un impacto tremendo, pero es verdad que necesitamos trabajar, hay que levantar la cosecha y cumplir. La situación es grave, porque además hay muchos piquetes de autoconvocados y eso es difícil de controlar", señaló Guarnieri.

Un camionero, dueño de un modesto Mercedes Benz 1114, sintetizó la situación ante la consulta de Rosario/12. "Hoy para engomar un camión gastás lo mismo que vale un acoplado. Es el mismo problema de la falta de combustible. Tengo un 1114 cerealero, espero la cosecha para comprarle gomas, reparar algo, siempre hace falta, pero me dan el gasoil a cuentagotas, no puedo trabajar y no puedo cumplir con los compromisos que tengo. Es comprensible los que han parado, algunos por voluntad otros porque los paran en la ruta, pero también tenemos que laburar. Nos estamos perdiendo una plata que hace falta", dedujo el transportista sin mirar más allá de lo que le deparó el día.