En pleno barrio de Chacarita se abre la puerta de MCL Records y Les Diabolettes se preparan para llevar de viaje a los ‘60 a cualquier persona que se cruce en el camino. Pili Elliot, esculpe sus uñas mientras entre pelucas voluminosas charlan con Lulú March. Marko Martini le insiste a Willie Bird para que se ponga una pashmina colorida para las fotos, para darle un touch. Mientras Alex Brown, Jule Rodriguez, y Juan Barcelò charlan distendidamente entre teléfonos viejos, discos de pasta dorados y unas copas de Martinis para vestir la ocasión. Gon Diddley, el baterista, es el último en llegar, para dar comienzo al ensayo
¿Siempre es así la previa de Les Diabolettes?
Pili Elliot: Si, venimos totalmente lookeades, te ayuda a ponerte en personaje. Estamos siempre manijeando diciendo, “mira que bueno este look”, “traje estas camisas”. Es un todo, hay una decisión enorme de construir la estética. Es muy importante interpretar la música de los 60, sus sonidos específicos, pero también la imagen
Juan Barceló: No todos los instrumentos que usamos son de época pero intentamos que vaya por ese lado para generar una sonoridad parecida. El sonido tiene mucho que ver con que en esos años se usaban, o más bien, existían ciertas cosas y otras no. Hay una búsqueda sonora que llega hasta el principio de la psicodelia.
¿Cómo fue que se reunió toda esta gente fan de los ‘60?
Alex Brown: Tenemos nuestro propio sustantivo, decimos que somos Sesentennials. Todes fuimos atravesades por los ‘60 de alguna manera, estamos ligades emocionalmente a la época. Fue facil encontrarnos porque todes sentimos pasión por esto. Cuando hicimos audiciones se notaba mucho cuando a una persona siente lo mismo y no solo viene a cantar un tema.
Gon Diddley: Yo por ejemplo, era fan de la banda, iba a todos los recitales y cuando se abrieron audiciones llegué lookeado. Automáticamente entré y hoy tengo un sentido de pertenencia enorme, se que es mi banda, mi proyecto
Marko Martini: Nos gustan los ‘60 no solo por la música sino por distintas cosas también, por ejemplo la moda, los movimientos de liberación queer, de las mujeres, las revueltas estudiantiles, fueron épocas geniales también en ese sentido. Queremos sesentear la sociedad.
¿Qué sería “sesentear” a la sociedad?
Lulú March: Que la gente conozca la música. Hay un cliché que no es lo que verdaderamente fueron esos tiempos. Queremos hacerle notar a la gente que las canciones las conocen porque están en el inconsciente de la sociedad, suenan en bandas de otros géneros, en una película, en una publicidad.
Willie Bird: Nos pasó con adolescentes en un cumpleaños de 15 donde nos contrataron, que en un momento nos dimos cuenta y estaban haciendo las mismas coreos que las chicas y maravillados. La gente se siente como en un viaje en el tiempo. Eso se construye con el look de la banda, con el repertorio, con la postura en el escenario. Tratamos de mantenernos en personaje y que ese personaje se convierta en realidad en una persona.
¿Hay algo queer entre tanto “montaje”, como dicen las travas?
Pili Elliot: Yo aprendí todo de la escena drag. No hay para mí otra mejor forma de aprenderlo que de las dragas. En los sixties todo era así, el maquillaje voluminoso, la postura, la ropa. Toda mi performance la saqué de ahí, de la escena Drag local. Este tipo de performances te va llevando a meterte en un universo muy copado, muy diverso, muy inclusivo en el que nos gustaría estar más presente
Marko Martini: Ya desde el nombre hay una propuesta. Siempre hablamos en inclusivo desde las redes hasta en los shows. Hay una frase que nos gusta mucho que es “vintage style not values” (estilo vintage pero no sus valores) porque eso es lo que queremos llevar, queremos recuperar lo mejor de la época.
Lulú March: La sociedad era completamente distinta, ahí es donde mechamos lo actual con lo vintage. Hacemos música, nos vestimos como en, pero somos personas muy paradas en la sociedad actual. No nos representa la sociedad de ese momento.
Marko Martini: Incluso nos pasó de tener que dar de baja temas porque son terriblemente machistas.
Ríen, recuerdan el tema de The Exciters, “He’s got the power” en el que su estrofa repite: He makes me do things I don't want to do (El me hace hacer cosas que no quiero hacer) He makes me say things I don't want to say (El me hace decir cosas que no quiero decir) & even though I want to break away (Y aunque quiero escaparme) I can't stop saying I adore him ( no puedo para de adorarlo)
Pili Elliot: Yo me negué completamente a hacerlo, la única forma que lo haga es que aclaremos en el show es que se lo estoy cantando a mi perro.
¿Se consideran un girl group?
Jule Rodriguez: Nos consideramos un Girl Group pero en realidad estamos en otra búsqueda más hacia una “big band” porque no queremos ser solo nosotras tres ‘fronteando’, somos una banda y eso implica mucho más. También pasamos a ser una familia, y nos gusta que todes sean partícipes. Se queda corto el Girl Group, ponele “grupo musical” o nuestro verdadero sustantivo -sesentennials -.
¿Cómo se preparan para las Lecturas herejes del Suplemento SOY este miércoles?
Alex Brown: Estamos ansioses, sobre todo por poder entrar en un ambiente que nos interesa muchísimo. Estamos muy agradecides también, hace mucho tiempo que teníamos ganas de participar de un evento así.
Gon Diddley: Hay algunos eventos en que te dan ganas de ir con todo. Y explotamos también porque la gente te está entregando eso.
Pili Elliot: Nos preguntan a veces qué sorpresa preparamos para el público pero la sorpresa en realidad siempre nos la dan a nosotros
¿Son herejes, como las lecturas?
Marko Martini: Todos somos bastante herejes, en lo personal creo que de la banda soy el peor. Pero todes somos herejes porque básicamente no bancamos la gilada de lo católico. También somos herejes porque acompañamos ideológicamente todo lo que la herejía actual propone, combatiendo el paradigma cristiano de entender la vida. Así que felices de vernos este miércoles
Les Diabolettes tocan este miércoles en las Lecturas herejes de SOY, a las 19 en el Centro Cultural Caras y Caretas, Venezuela 330.