En el contexto de la pulsión amorosa, creativa y rebelde que se viene generando desde el año 2015 alrededor del grito Ni Una Menos, aparecieron por fuera del museo -en la calle, en la plaza, en las aulas y en las redes sociales- imágenes y narrativas cargadas de futuro. La especificidad del momento histórico se hacía visible en una gran cantidad de obras que circulaban dispersas y que, tácitamente, renovaban un debate nunca del todo saldado: la relación entre estética y política.
Proyecto Num decidió reunirlas. Después de dos años de trabajo auto-gestivo y motivado por la creencia de que la imaginación tiene el poder de cambiar la historia, logró darle cuerpo a un libro, a un archivo único e histórico. El resultado no podía sino ser intenso: artes visuales, literatura, fotografía y video; más de ciento sesenta autorxs de todo el país -algunxs conocidxs, otrxs no tanto.
Lo sabemos: el femicidio y la violencia contra las mujeres siempre estuvieron presentes en la literatura argentina. Es larga la lista de novelas y cuentos que podrían citarse para mostrar el modo en que nuestras ficciones reinventan, constantemente, relatos sobre cadáveres femeninos y actualizan fantasías y retóricas patriarcales. Por otro lado, es bastante significativo que el desnudo o la llamada “imaginería prostibular” llene salas de museos en los que las expositoras mujeres casi no existen. Frente a esto, las obras recopiladas por Proyecto Num vuelven a abrir preguntas que parecían olvidadas: aquellas que se interrogan sobre la existencia de un arte feminista, sobre el lugar de las mujeres y/o de lo femenino en el arte, sobre el valor de los cánones hegemónicos y sus complicidades con el poder, sobre el objeto y los objetivos del arte y la literatura. Y tienen, asimismo, otra particularidad: el peso de lo personal transpira en ellas. De ahí su apremio, una urgencia o emergencia casi tangible. De ahí algo como una fragilidad que es fortaleza.
Si bien lo que prevalece en ellas es un espíritu de reclamo -la violencia de género (en general), la trata con fines de explotación sexual y los femicidios (en particular) se presentan como los principales males a denunciar-, lo que estas obras reunidas exigen es una revisión de la cultura hetero-capitalista pero, también, del arte y sus funciones. Y qué es una revisión sino una nueva mirada, una nueva inflexión en el texto cultural; una crítica retrospectiva y, simultáneamente, la promesa de una nueva familia y de una nueva historia que se desvíe de cualquier proyecto disciplinador.
En resumen, lo que las obras reunidas en Proyecto Num hacen evidente es que ni el arte ni la literatura son objetos estéticos pasivos. Son, en cambio, productos apasionados de prácticas culturales en las que se negocian sentidos históricos, políticos y subjetivos. Pero además, la inscripción de tantas personas en la arena cultural da cuenta de que el arte tampoco es solamente aquel legitimado por instituciones como el museo, la universidad o el mercado. Por el contrario, en los afiches, murales, cortos, reflexiones, performances urbanas, intervenciones en marchas, etc. es posible reconocer el potencial transformador y desestabilizador propio de lo que marca un punto de ruptura con respecto al canon literario y artístico y señala un punto de viraje en la tradición patriarcal.
Laura A. Arnés
Proyecto Num, Editorial Madreselva, Buenos Aires, 2017.
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