"Lo que me salvó a mí fueron los libros, porque en casa había muchos y yo a los cinco años aprendí a leer. Cuando lo hice, estuvo todo dicho. A los siete años decidí que iba a ser escritora. Porque eso era lo que yo quería. Escritora". Esta frase, extraída de una de sus entrevistas publicadas, recibirá al público en el ingreso de la Sala de Usos Múltiples en el piso 4 de la Biblioteca Argentina (Presidente Roca 731), sala que desde este viernes llevará el nombre de Angélica Gorodischer. Angélica Beatriz del Rosario Arcal de Gorodischer (Buenos Aires, 28 de julio de 1928 – Rosario, 5 de febrero de 2022) fue una destacada escritora argentina, que desarrolló su actividad artística en Rosario, donde vivió desde su infancia. Es considerada una de las voces femeninas más importantes dentro de la ciencia ficción universal

La Biblioteca Argentina le rendirá homenaje pasado mañana a partir de las 18, en una inauguración pública para el nuevo nombre de la sala, que le será impuesto (queda feo, pero se dice así) en esa ocasión. Acompañados de los hijos e hija de la homenajeada, se referirán a Angélica Gorodischer tres oradores notables: el escritor Mempo Giardinelli, la investigadora María del Carmen Marini y la periodista y escritora Rosario Spina. Y la actriz Mónica Alfonso leerá algunos de sus textos. La Biblioteca Argentina, en su sitio web, ofrece testimonios y  link a sus libros en catálogo sobre y por la rosarina adoptiva que también incursionó en otros géneros y estilos literarios, como el realismo fantástico, y que tanto en su obra como en sus intervenciones públicas fue precursora de los movimientos feministas actuales. Los cruces entre realidad y ficción son comunes en su escritura, y de alguna manera este homenaje, pensado por un escritor de esta ciudad, sigue esa línea maravillosa. 

"Hace un tiempito me contactó el señor Marcelo Scalona, de la Secretaría de Cultura Municipal, creo, y me dijo que con l@s hij@s de Angélica querían que yo fuera a inaugurar ese salón de la Biblioteca Argentina, que conozco y aprecio mucho. Y por supuesto les dije que sí y que no aceptaría honorario alguno; sólo el traslado. Luego él me propuso fechas y justo yo podía, y aquí estamos: a punto de viajar y sintiéndome muy honrado y entusiasta porque quiero mucho a los hijos de Angélica", contó ayer a Rosario/12 Mempo Giardinelli, quien viene con pasaje aéreo desde Resistencia, Chaco, donde reside, y sigue su camino desde Rosario el 16 de abril rumbo a Buenos Aires.

Escritor de narrativa y poesía con varios libros publicados y docente del gran semillero literario que viene siendo su taller de escritura "Marce no m'alumbre", Marcelo Scalona es el actual Director de Bibliotecas y Ediciones de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, un cargo desde donde ayuda a fortalecer las bibliotecas, la editorial municipal y otras actividades literarias y eventos del área, sin interferir en la autonomía de cada organismo. "La idea se me ocurrió a mí", contó ayer a Rosario/12. "Ni bien supimos de su muerte, recordé el cariño que le tenía Angélica a la Biblioteca Argentina. Y su participación cuando se inauguró el edificio nuevo. Consulté al toque con el intendente Pablo Javkin y estuvo de acuerdo con entusiasmo. Incluso ella escribió una escena en que se encuentra acá con Trafalgar Medrano", dice Scalona al respecto del rosarinísimo personaje de Angélica Gorodischer y enseguida busca en su biblioteca: se trata del episodio "El mejor dia del año", en el libro Trafalgar, páginas 35 y 36. 

"-¡Eh! -dijo Trafalgar Medrano-. .¿Ya no saludas a los amigos? -¿Y vos qué haces acá? -le pregunté. Yo, que había tenido que ir al centro, me había corrido hasta la biblioteca Argentina a ver si lo encontraba a Francisco. Que no estaba. -¿A qué viene uno a una biblioteca? -dijo Trafalgar-. No será a jugar al codillo, ¿no? Es que uno no espera encontrárselo a Trafalgar en la biblioteca Argentina. Y no es que no sea un buen lector. Lo es, un poco caóticamente", escribió Angélica Gorodischer en el libro que se publicó en 1979 y fue reeditado en la colección de ciencia ficción de Ediciones Orbis. 

Trafalgar Medrano tiene biografía ficticia y biblioteca propia: "Nació en Rosario el 2 de octubre de 1936. Hijo único del doctor Juan José Medrano Salles, eminente clínico de la ciudad, que fuera Profesor Titular de Fisiología en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Litoral y Presidente del Círculo Médico de Rosario, y de su esposa doña Mercedes Lucía Herrera Stone", apunta la escritora en Trafalgar, situando su cuna en la vieja burguesía profesional culta de la ciudad: "Es socio del Club Rosarino de Pelota, del Jockey Club, de El Círculo, de la Academia Porteña del Lunfardo... A la muerte de sus padres donó la biblioteca científica del doctor Medrano al Círculo Médico de Rosario, pero él mismo posee una rica y muy heterogénea biblioteca compuesta por obras de narrativa, policiales y de ciencia ficción cuyos volúmenes proceden en ciertos casos de lugares inesperados. Manifiesta gustos extremadamente sencillos: la buena cocina, sin excesos; los buenos vinos, con mayor parquedad aún; los gatos, la música, el café negro, los cigarrillos negros, la lectura (Balzac, Cervantes, Vian, Le Guin, Lafferty, Villon, Borges, Eurípides, D'Artagnan, Skorpio, Corto Maltes para no citar sino algunos autores y publicaciones), la frecuentación de los amigos entre quienes nombra con particular afecto a [...] Sujer y Angélica Gorodischer, el doctor Nicolás Rubinó, abogado, el doctor Simeón Páez, abogado también, Miguel Ángel Sánchez, los narradores Elvio Gandolfo y Alma Maritano, y destacados poetas, Jorge Isaías, Mirta Rosenberg, Francisco Gandolfo, etc., y artistas plásticos de Rosario. De estos últimos posee algunas obras notables. Pueden admirarse en su casa cuadros de Ouvrard, Cochet, Giacaglia, Grela, Padeletti, Gambartes, García Carrera, Renzi, Musto, Schiavoni, etcétera, y una bellísima escultura de Lucio Fontana, la Muchacha Sonriente".