Los síndicos y directivos de SanCor acatan la extorsión del gobierno del presidente Mauricio Macri, que condicionó la entrega del segundo tramo de los fondos de rescate nacional a cambio de un brutal ajuste sobre los trabajadores, con despidos y recortes de sueldos. Mientras tanto, amenazan con cerrar cinco plantas, entre ellas dos en la provincia de Santa Fe, para que los trabajadores acepten estas condiciones a laborales a la baja, en la Expo ‑ empleo joven están solicitando personal para SanCor. El ajuste consiste en reemplazar a los trabajadores actuales por otros sin antigüedad ni derechos laborales adquiridos.

Los gobiernos de Macri y de Miguel Lifschitz se lavan las manos en sus responsabilidades sobre la profunda crisis de SanCor y de la industria lechera en general. Pero el derrumbe de la industria láctea es la consecuencia directa de la caída del consumo en el mercado interno, de la recesión económica y de la caída del salario. La caída del consumo de leche, al ser un producto irremplazable, es un claro indicador del crecimiento de la pobreza. No puede haber reactivación lechera si los aumentos salariales no llegan a cubrir la inflación pasada y menos aún la futura, con paritarias a la baja y mientras los jubilados siguen cobrando una haber de miseria".

Rechazamos rotundamente el plan de ajuste y la extorsión del gobierno de Macri. No queremos ni un despido. No sobran los trabajadores, necesitamos un plan de reactivación de la producción para satisfacer el consumo de un producto prioritario.

Frente a la crisis de la gestión de SanCor, y la pretensión de que los trabajadores paguen las consecuencias, planteamos que se abran los libros y cuentas de la empresa al control obrero, y reclamamos un aumento salarial y jubilatorio que permita que el pueblo trabajador y la niñez no sea vean privados de consumir un producto esencial, como es la leche.

Jorgelina Signa, concejala de Capitán Bermúdez, Partido Obrero