La imperiosa necesidad que tenía Boca por conseguir un triunfo obligó al equipo a pararse en el campo rival desde el principio. Con una propuesta ofensiva del entrenador, el local apostó por volantes de creación y delanteros.
Fernández y Ramírez ocupaban una línea delante de los defensores, y luego se colocaban Salvio y Romero. Los hombres de ataque eran Zeballos y Benedetto.
El conjunto boliviano le cedió la pelota a su adversario y depositó en el contrataque el arma principal para pasar la mitad de la cancha. Boca, a partir de las ausencias, presentó una dupla central juvenil, integrada por Aranda y Avila. De esa manera, Always Ready trataba de aprovechar esa situación para avanzar por el medio, y sacar ventaja de la inexperiencia de los jóvenes.
La insistencia de Boca, a pesar de que no podía rematar al arco con claridad, le permitió ponerse en ventaja cuando llegó con profundidad por primera vez. Benedetto, a los 25 minutos, empujó la pelota abajo del arco luego de una asistencia de Zeballos, que había desbordado por la izquierda.
El juego de Boca creció un poco a partir de la ventaja, aunque le costaba exhibir una superioridad absoluta ante los bolivianos. Una jugada violenta al final del primer tiempo determinó la expulsión de Ramallo, luego de varios empujones entre los protagonistas.
Boca salió a jugar el segundo período con otra impronta, sobre todo para buscar aumentar la diferencia, tratando de sacar rédito del hombre de más con el que contaba. La alarma apareció en el local por la lesión del arquero Rossi, quien tuvo que dejar la cancha en el entretiempo por un problema muscular.
El chico Leandro Brey, de 19 años, tuvo que debutar en Primera División luego de haber jugado siete partidos en Reserva. El jugador llegó proveniente de las divisiones inferiores de Los Andes.
El equipo de Battaglia estuvo cerca del segundo gol a través de dos cabezazos: el primero de Benedetto fue rechazado por el arquero, y en el segundo de Salvio la pelota se fue al lado del palo derecho de Giménez. El desarrollo se había volcado hacia el área de Always Ready, que a esa altura ya no tenía fuerza para salir de contragolpe y se defendía con nueve jugadores. El único que se quedaba adelante en soledad era el delantero Marcos Riquelme.
Salvio volvió a estar cerca con un derechazo que se fue muy cerca, mientras Zeballos se transformaba en el armador de todas las acciones. Battaglia hizo ingresar a Vázquez y volvió a compartir la cancha con Benedetto por segunda vez. Y Benedetto pudo gritar por segunda vez en el descuento.