La proporción de mujeres ocupando cargos directivos en empresas en el mundo aumentó de 31 a 32 por ciento en 2022. Si bien la suba es gradual, se esperaba que la pandemia retrasara este guarismo. En América latina hubo un retroceso. La mayoría de los cargos directivos son en el área de recursos humanos, pero las mujeres ganan terreno en finanzas. 

En 2011 eran apenas 20 por ciento las mujeres que ocupaban un cargo directivo a nivel mundial. La tendencia es positiva y parece haber tocado un piso de 30 por ciento sin vuelta atrás: "Las cifras globales han superado con creces el punto de inflexión del 30 por ciento necesario para impulsar un cambio significativo, y podemos ser optimistas en cuanto a que es poco probable que se revierta la tendencia", asegura la investigación Women in Business de Grant Thornton International Ltd., que encuesta a los líderes senior de 5000 empresas en 29 economías.

Por puesto

Los puestos directivos más ocupados por mujeres son los de recursos humanos. El 39 por ciento de los lugares de dirección en ese área son ocupados por mujeres. El puesto de directora financiera ganó terreno y le sigue de cerca con un 37 por ciento, lo que representa un aumento del 30 por ciento en 2020 y del 36 por ciento en 2021. En tercer lugar se encuentra el de directora general, donde 24 por ciento de las mujeres ocupan ese puesto a nivel mundial.

En el análisis dinámico, el puesto que más creció en proporción fue dentro del área de marketing, que aumentó de 22 a 24 por ciento este último año. Si se analiza la tendencia desde 2020, los puestos de mando del área de recursos humanos le dejan lugar a lo de finanzas, marketing y operaciones. 

"Cabe destacar que la naturaleza de los roles en la alta dirección están cambiando, con un enfoque menos aislado en cuanto a las áreas de responsabilidad. El puesto en la dirección de RR.HH., a menudo ocupado por mujeres, solía ser un papel sumamente operativo, pero debido a la guerra por el talento, se convertirá en un papel mucho más estratégico”, afirma Larissa Keijzer, de Grant Thornton International, y agrega que “una vez que las mujeres ocupen un papel estratégico, no lo abandonarán”.

Por región

"Además del aumento general del porcentaje de puestos senior ocupados por mujeres, hemos observado que todas las regiones que monitoreamos han obtenido resultados positivos en relación con el punto de inflexión, ya que han alcanzado o superado el 30 por ciento. Esto debería consolidar la tendencia en favor de la paridad de género en todas las regiones", asegura la investigación. 

La región con mayor porcentaje de mujeres líderes es Africa, que alcanza un 40 por ciento de los puestos senior, una cifra claramente por encima del promedio mundial. Esto supone un avance significativo con respecto al 30 por ciento de 2018. Luego le sigue Asia con 37 por ciento y América latina, con 35 por ciento. Europa y América del Norte exhiben guarismos de 33 por ciento. 

América latina enfrenta una pequeña disminución del número de mujeres en la alta gerencia: pasó de 36 por ciento de puestos senior en 2021 a 35 por ciento. Ninguno de los tres países encuestados -México, Argentina y Brasil-  pudo aumentar su cuota del año anterior, e incluso disminuyeron algunos puntos.

En Argentina, el porcentaje de mujeres en la dirección empresarial llega al 30 por ciento, una baja del 1 por ciento respecto de 2021. De los 35 países investigados por Grant Thornton, ocupa el puesto 22, subiendo unos cuantos escalones durante los años anteriores. 

Brasil y México empeoraron el balance de género en las empresas con un 6 por ciento y un 15 por ciento, respectivamente, de negocios con ninguna mujer en puestos senior. En Argentina, este porcentaje es del 18 por ciento, el más alto en la región y que además fue en aumento comparando con el año anterior.

Las acciones que las empresas argentinas están llevando a cabo para asegurar la inclusión y compromiso de sus empleados son: adaptar los programas de aprendizaje y desarrollo existentes al entorno cambiante, por ejemplo, haciéndolos virtuales; fomentar y mantener una política de puertas abiertas entre los mandos medios o altos y prestar especial atención a los estilos de trabajo individuales de los empleados y adaptar los enfoques en consecuencia. "Sin embargo, lo que más sorprende en este contexto es que el 10 por ciento de las empresas encuestadas manifiestan no estar tomando ninguna acción al respecto", concluye el informe.