Los arrecifes de coral declarados Patrimonio de la Humanidad que cubren más de medio millón de kilómetros cuadrados y desempeñan un papel fundamental en la absorción de las emisiones de carbono, corren el riesgo de desaparecer de aquí a finales de este siglo a raíz del calentamiento de las temperaturas oceánicas, advirtió este jueves la Unesco.
La agencia de la ONU señaló que los arrecifes de coral protegen las costas de las tormentas y la erosión, y sirven de medio de subsistencia para más de un centenar de comunidades indígenas, informó el sitio web de noticias de la ONU.
Además, son puntos de referencia sobre los efectos del cambio climático que afectan al resto de los arrecifes del mundo.
Según los últimos datos científicos, la decoloración coralina se está produciendo de manera mucho más rápida de lo que sugería la ciencia inicialmente. Estos corales “blanqueados” son más vulnerables a la inanición y a las enfermedades y tienen una tasa de mortalidad cada vez más elevada.
Cuando el coral muere a causa de un acontecimiento como la decoloración, los pedazos se desprenden y se acumulan en el arrecife, creando una especie de “escombros” que impiden el crecimiento de nuevos corales.
Este año, por primera vez, la decoloración masiva de los corales se produjo en un período tradicionalmente más frío, conocido como La Niña.
El calentamiento de las temperaturas oceánicas debido a las emisiones globales de dióxido de carbono es la mayor amenaza para los arrecifes de coral de todo el mundo.
Los últimos datos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático confirman que los Estados deben reducir drásticamente las emisiones de carbono para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, suscripto en 2015.
La directora de la Unesco, Audrey Azoulay, sostuvo que “con motivo de la Conferencia ‘Nuestro Océano’, que se celebra en Palau (Oceanía), hago un llamamiento a la movilización internacional para evitar la extinción de los arrecifes de coral”.
Y anunció “una importante contribución de la Unesco: un plan de emergencia para reforzar la resistencia de los arrecifes inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, en particular los de los países en desarrollo. La Unesco se asocia con el Fondo Mundial para los Arrecifes de Coral para ayudar a financiar este compromiso”.
Se trata de un consorcio público-privado dirigido por las Naciones Unidas que intensificará las inversiones en estrategias de resiliencia climática en los arrecifes de los países en desarrollo incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial.
La asociación priorizará el apoyo a 19 de los 29 arrecifes incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial que se encuentran en países en desarrollo, entre los que se encuentran en Latinoamérica el Santuario de Fauna y Flora de Malpelo (Colombia), el Área de Conservación Guanacaste o el Parque Nacional de Isla del Coco (Costa Rica), Islas Galápagos (Ecuador), entre otros.
En 2018, la agencia lanzó la Iniciativa de Arrecifes Resilientes junto a sus socios en la Cumbre Nuestro Océano en 2018 y durante los últimos cuatro años, trabajaron en cuatro sitios piloto de arrecifes del Patrimonio en Australia, Belice, Nueva Caledonia (Francia) y Palau.
La Iniciativa continuará hasta 2024, con un presupuesto total de diez millones de dólares conseguidos hasta ahora.
El Fondo Mundial para los Arrecifes de Coral fue lanzado en 2020 por las Naciones Unidas, la Fundación de la Familia Paul G. Allen y la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco, con el apoyo de la Iniciativa Internacional de Arrecifes de Coral. Su objetivo es movilizar 625 millones de dólares para 2030.
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