El primero de muchos
Dulces y tentadoras tortas, alfajores golosos, budines húmedos, muffins y cookies. Esto es parte de lo que se consigue en el flamante Suit Suit, una de las esperadas aperturas de este 2022. Un local pequeño con un par de mesas dentro, unos banquitos en la vereda y un mostrador donde se exhiben las delicias preparadas por la pastelera Pamela Villar. Son varios los que la conocen como jurado del programa Bake Off, pero su experiencia gastronómica va mucho más allá, tanto en Argentina como en el exterior (supo trabajar, por ejemplo, con Fernando Trocca en el restaurante Gaucho de Londres). Tras el cierre pandémico de Yeite -el café que tenía dentro del taller de la diseñadora Jessica Trosman en Villa Crespo- Pamela redobló apuesta abriendo este local en los bordes de Belgrano, en sociedad con su hermana Josefina y sumando a Diego, su contador. “Hacemos un gran equipo, con mi hermana siempre trabajé muy bien y Diego le suma orden y potencia al proyecto”, cuenta. “En Suit Suit (un juego de palabras con la fonética de sweet) ofrezco todo lo que yo misma quisiera encontrar en un local así; desde chica me gustan las cosas dulces, es por eso que empecé a cocinar”, agrega.
Siempre hay tortas para llevar (de casi 2 kilos a $3700 cada una): la Negra (bizcocho de chocolate, ganache de chocolate y dulce de leche y merengue de chocolate), la Rosa (bizcochuelo de limón, curd de limón y confitura de frutos rojos) y la Blanca (bizcocho de coco con crema, durazno, dulce de leche y merengue blanco).
Se suman muffins (como el Red Velvet a $345), un budín de zapallo y castañas ($370), mantecosas cookies como la de chocolate blanco ($230) y un alfajor de estilo marplatense a $290, entre más opciones (cheesecake, french toast salado, marquise de chocolate, pie de limón…). El café es de Drupa, con opciones que van del cortado a $200 a un cappuccino con canela y cacao ($280) pasando por flat white y más.
“Este es el primer local; la idea es poder replicar Suit Suit en más sucursales”, dice Pamela. El primero de muchos, con dulces para todos los gustos.
Suit Suit queda en Montañeses 2785. Teléfono: 11-6561-7754. Horario de atención: lunes, miércoles, jueves y viernes de 9 a 19; sábados y domingos de 11 a 19. Instagram: @suitsuit.ba.
La textura del aire
A Andrés Brunero sus (fieles) seguidores lo conocen como el señor croissant. “Una vez vino la gente de La Chancha y los 20 (una popular plataforma gastronómica de YouTube) para filmar un video de cómo hago la croissant; a partir de ahí todo explotó”, cuenta. Brunero es cocinero, pastelero y panadero. De aires relajados, amante de las motos, frontal en su manera de hablar, esconde detrás de esa aparente despreocupación una obsesión por la gastronomía, la historia, las técnicas y la tecnología que hay detrás de todo lo que hace.
Vivió y trabajó en Argentina y en el exterior hasta que, cansado del trajín de los fuegos, volvió al país y comenzó a dar clases y talleres que pronto sumaron cientos de alumnos. En simultáneo armó un grupo privado en Facebook (El aprendiz de panadero) que hoy tiene más de 55000 miembros. “Hace poco más de un año alquilé este espacio, pensando en hacer acá los talleres, pero lo terminé habilitando como local con una ventana a la calle”, explica. Así nació Cruasán, cafetería de especialidad que se convirtió en culto porteño.
La especialidad de la casa, claro, son las croissants: tres días de trabajo meticuloso y una muy generosa cantidad de manteca logran una croissant en extremo aireada y con mucho sabor, que sale en versión clásica (la masa algo salada, cubierta con apenas almíbar para dar brillo y dulzura, $260), además de la de almendras ($360), la de dulce de leche ($270) o las de colores, que se acaban en instantes. Se suman las Viena (unos laminados con distintas frutas frescas, $360), roll de canela ($300), cookies y alfajores. “Es un kiosco”, dice Andrés con modestia. Todo se despacha desde la ventana y los clientes suelen quedarse bebiendo café (espresso doble a $220; Flat White a $300) en la vereda, de pie o aprovechando unas pocas mesitas desperdigadas.
En Cruasán todos -desde los baristas a quienes atienden en el mostrador- son fanáticos de la croissant; esa devoción se nota en cada mordida.
Cruasán queda en Av. Olazábal 3827. Horario de atención: lunes a sábados de 9 a 19:30. Instagram: @cruasan.ba.
Vereda de barrio
Ella se llama Solange del Sol, nombre luminoso si los hay. Siempre le gustó cocinar; en 2019 viajó seis meses a Barcelona donde tomó cursos de pastelería y cocina catalana. Ya de vuelta en Argentina, pandemia mediante, se anotó en el IAG (Instituto Argentino de Gastronomía) y comenzó junto a su pareja, Federico Liforena, a vender tortas y dulces por redes sociales. “Con Federico salíamos en la moto a barrios tranquilos, donde poder caminar. Veníamos mucho a esta parte de Caballito, que nos gusta porque es muy tranquila. Un día vimos este local y lo señamos”, cuenta. El piso damero, un salón pequeño y vidriado, una calle soleada con bicisenda. Eso es Tauro Café, abierto en el último diciembre, que en pocos meses logró enamorar a vecinos que se sientan en las mesitas de la vereda para probar las cosas dulces que ofrecen.
En la barra se ven los productos del día: hay un par de best sellers siempre presentes como el poderoso húmedo de chocolate con dulce de leche ($510), la torta vasca ($480), la de zanahorias ($510) o unos chipas extra large para los que buscan algo salado. Los precios son amigables: una generosa porción de tarta frola de membrillo, con masa que se deshace en la boca, sale $330. Las cookies (con chocolate, de avena) cuestan $200. Suele haber budines (como el de frutos rojos) a $310, también crumble de manzana y siempre se suman opciones veganas (como el budín de chocolate, banana y nuez).
De beber hay café (“no es de especialidad, a Federico le fascina el mundo del café y estamos de a poco aprendiendo”) con espressos desde $200, submarino a $250 y algunas bebidas para un aperitivo junto con un tostado (utilizan el pan de productores vecinos como Fan del Pan y Compa Pan), entre ellas la kombucha de Bunji ($240), la ginger ale Coloreada ($320) o el vermú El Guarango ($400 el vaso).
Con una mirada barrial, relajada y bien intencionada, Tauro Café es una rica opción para relajarse de tarde con un capricho dulce en medio de la jornada.
Tauro Café queda en Fragata P. Sarmiento 730. Horario de atención: martes y miércoles de 16 a 20; jueves y viernes de 9 a 12.30 y de 16 a 20; sábados de 10 a 13 y de 16 a 20. Instagram: @taurocafe.