Un estudio realizado por el Centro de Ingeniería Sanitaria de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), a pedido del bloque Ciudad Futura, confirmó que en algunas zonas del arroyo Ludueña, particularmente en su curso superior, se encontraron valores altos de carga inorgánica que provienen de desagües cloacales y residuos industriales. Estos valores podrían ser las causantes de los olores y visible contaminación del agua que vienen denunciando vecinos de la zona. "El informe deja ver las sospechas sobre la situación ambiental del arroyo Ludueña que, a lo largo de los años, se encuentra en progresivo deterioro. Por eso es necesaria y urgente la realización de tareas que remedien este avance en todo su recorrido, para preservar la calidad de vida de las vecinas y vecinos", dijo la concejala Luz Ferradas. El trabajo, agregó la edila en diálogo con Rosario/12, será incorporado en un proyecto de decreto que presentará el bloque en el Concejo pidiendo a la Municipalidad que realice pruebas en tres puntos del arroyo para conocer cuáles son los tramos que están más comprometidos con algún tipo de deshechos.

Desde hace un tiempo, vecinos del barrio San Eduardo vienen denunciando una paulatina e histórica contaminación en el arroyo Ludueña por aparentes conexiones clandestinas de aguas residuales que vienen de barrios privados y centros comerciales de la zona. Sobre todo en el verano, por la sequía, tiene como consecuencia muy poco caudal de agua al interior del arroyo dejando a la vista las conexiones ilegales; cuyos vertidos, a los que se desconoce si tienen tratamiento, quedan estancados o corren muy lentamente produciendo olores nauseabundos en la zona.

Marcelo, un vecino que reside en la zona desde hace 40 años, destaca en un video posteado en la cuenta de Twitter de la concejala Ferradas que si bien el tema de la contaminación del agua tiene varios años, ahora es mucho más visible por la sequía. "Se ve el agua más blanca, con mucho olor, cuando debería ser marrón o color té. Se está investigando, se dicen muchas cosas sobre los barrios privados, los centros comerciales, las cloacas de Fisherton R que están haciendo pruebas hace años y siguen tirando esas pruebas al Arroyo", describió.

A partir de esos reclamos, el Centro de Ingeniería Sanitaria de la UNR -que ya había realizado un informe a pedido de Ciudad Futura por pruebas que se tomaron en el arroyo Saladillo, y por el cual la justicia condenó a un empresario por contaminación-  tomó dos muestras en dos sitios distintos, uno en la zona de La República y Sayacú, y otro en Nansen y José Hernández llegando a la desembocadura en el río Paraná. 

Si bien el arroyo tiene una capacidad de ir limpiando estos residuos, los estudios entregados por los especialistas hace un par de semanas arrojaron valores cuatro veces más altos arroyo arriba, que las tomadas arroyo abajo, particularmente en relación a la carga inorgánica del curso de agua, que hace referencia a una gran presencia de desechos cloacales e industriales.

"Desde el Concejo se pidió un informe sobre el estado ambiental y sanitario del arroyo, además de clarificar si los desagües que vierten desechos sobre el Ludueña están dentro del marco normativo", sostuvo la concejala Ferradas. En ese marco, la edila consideró necesario que la Municipalidad comience a realizar pruebas trimestrales sobre la calidad del agua en diferentes puntos del arroyo.

"De esta manera se podrá construir información sostenida en el tiempo que permita comparar y conocer en qué sectores hay más contaminación y tomar las medidas preventivas necesarias para evitar que el humedal urbano que constituye el arroyo Ludueña, se continúe deteriorando", planteó la edila de Ciudad Futura, para luego agregar que "se estuvieron haciendo obras de limpieza pero los vecinos dan cuenta que no es una solución definitiva porque también las rodean urbanizaciones populares que no tienen sistema de gestión de residuos".