Desde hace dos años que el precio de la ropa aumenta por encima del promedio general del índice oficial. En marzo de este año fueron 12 puntos de diferencia en el recuento interanual, pero llegó a triplicar el indicador en abril de 2021. Desde el sector atribuyen la suba a la recuperación de márgenes tras cinco años de aumentos por debajo de la inflación, el aumento de los precios internacionales de sus materias primas y un factor de estacionalidad por el recambio de la temporada otoño-invierno.
La indumentaria es uno de los sectores industriales de más larga tradición en la historia Argentina y acompaña los vaivenes de la economía del país. Es un sector muy sensible al crecimiento, porque es un consumo no básico. Entonces, apenas se recompone un poco el ingreso, la indumentaria acompaña y viceversa. A su vez, requiere insumos importados para producir a lo largo de toda la cadena y compiten con bienes finales del exterior.
Estos factores generan distintos impactos sobre los precios. Pasaron menos de 10 horas de publicado el indice de inflación de marzo y desde la agrupación Pro Tejer, que representa a gran parte del sector textil, difundieron un comunicado explicando el por qué del aumento de los precios del rubro.
Recuperando márgenes
"Se juzga al sector por los aumentos de precios del último año sin tener en cuenta que se acumularon 5 años seguidos de índices de precios inferiores a la inflación promedio", aseguran desde Pro Tejer, una fundación que reúne a varias cámaras del sector.
Entre diciembre de 2016 y 2019 los aumentos eran efectivamente menores que el aumento general de precios, de 10 puntos porcentuales anuales en promedio. Pero desde enero de 2020, el aumento de precios del rubro Indumentaria y Calzado que releva mensualmente el Indec supera al índice de precios general. El año con mayor recuperación fue 2021. En abril los precios de la ropa subieron 79,1 por ciento interanual frente al aumento de 46,3 por ciento del índice general.
En este punto la pregunta es, ¿hasta cuándo?. En 2021 las principales empresas importadoras del sector tuvieron ganancias. De hecho, uno de los acuerdos detrás del programa Acción Moda que establece precios de referencia para algunos productos textiles fue justamente obtener un gesto de parte de un sector que tuvo ganancias durante 2021.
Efecto guerra
La recuperación económica de la post-pandemia sumado al efecto del aumento de los commodities por la guerra entre Rusia y Ucrania no afecta únicamente a la energía y los alimentos. El sector textil utiliza materias primas como el algodón, poliéster o el nylon que tuvieron aumentos de más de 50 por ciento en dólares entre 2020 y 2022.
El algodón, por ejemplo, cuenta con producción nacional. Pero el aumento de 108 por ciento entre el 2020 y 2022 ejerce presión. El poliéster aumentó 45 por ciento, la viscosa 58 por ciento, el nylon 41 por ciento y el acrílico 48 por ciento.
En tanto el precio de los commodities y energía tampoco pasa desapercibido para el rubro indumentaria y textil. "Los aumentos que pegan en el corazón de las materias primas e insumos textiles", aseguran desde la Fundación. Cuentan con un doble impacto en los precios: en el presente de los commodities y la energía, y en el futuro por el impacto en el aumento de insumos industriales por el alza actual de la energía.
De acuerdo a Pro Tejer, hay un gran componente estacional que explica el aumento del rubro en marzo: "Los precios se fijan al comienzo de cada temporada, dos veces por año. Marzo es el mes de lanzamiento de nuevos productos de la temporada otoño-invierno
Las prendas de abrigo son más complejas, utilizan mayor cantidad y otro tipo de tela que las de verano, lo
que eleva su costo".
Modalidades de compra
Sin embargo, la serie histórica no muestra un patrón tan claro en este sentido. En 2019 el mes de mayor aumento fue septiembre y en 2020, año de plena cuarentena, fue mayo.
Uno de los puntos sobre los que insisten desde el sector textil es que el índice de precios al consumidor no refleja los nuevos patrones de consumo de la población. Es que la metodología del IPC se basa en la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares del año 2004, cuando había un mayor peso de los shoppings- donde hay más componente de prendas importadas- en la estructura de consumo de los hogares.
"El modo en que las familias consumían cambió sustancialmente en los últimos 18 años. Hubo un desplazamiento del consumo desde shoppings hacia nuevos canales comerciales con lógicas distintas y precios más accesibles y competitivos que los grandes centros de compra", explican desde Pro Tejer y dan como ejemplo el consumo en la calle Avellaneda, en redes sociales, ferias y showrooms.