“Es bastante más calentito el piso de la municipalidad que los bancos de las aulas”. La frase le pertenece a Antú Villagra, uno de los tantos alumnos que decidieron, por segundo día consecutivo, pasar la noche en el edificio de la Municipalidad de Bariloche para protestar por la falta de calefacción en las escuelas. Con temperaturas que rozan el bajo cero, los estudiantes debieron concurrir a clase con varias camperas y mantas para afrontar el frío. “De acuerdo con el informe realizado, de 45 instituciones relevadas, 26 tienen problemas de mantenimiento. Es necesario declarar la emergencia edilicia en la ciudad”, relató Lua Hernández, delegada de la Unión de Trabajadoras y Trabajadores de Río Negro (Unter).
Galletitas, mates, guitarreada y bolsas de dormir. De lejos, la escena pareciera ser una juntada común entre adolescentes, pero nada más alejado de la realidad. Por segunda noche consecutiva, casi treinta estudiantes durmieron en la planta baja del Centro Cívico de Bariloche, en frente del lago Nahuel Huapi, con motivo de conseguir, al menos, el compromiso del Alberto Weretilneck y de Gustavo Genusso –gobernador de Río Negro e intendente de la ciudad, respectivamente– para iniciar obras en distintas escuelas de Bariloche, algunas sin gas hace más de un año.
La medida no sólo tuvo la fuerza estudiantil: padres, profesores y trabajadores no docentes se sumaron a la protesta, al realizar algunas guardias nocturnas en la Municipalidad. “Nosotros resolvemos todo en las asambleas. La toma consiguió casi la totalidad de los votos. Pero el apoyo de docentes, de colegios privados y de familiares es fundamental: la comunidad educativa la hacemos entre todos”, relató Villagra, presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela Secundaria N° 2 de Bariloche, a PáginaI12.
La falta de infraestructura es un problemática que atraviesa a casi todas las instituciones educativas públicas de la ciudad patagónica, sin hacer distinción entre jardines, escuelas primarias y secundarias, y centros nocturnos. Ante aquellas deficiencias, el viernes pasado Andrea Roncati, secretaria de Salud de Unter Zona Andina, se presentó en el Concejo Deliberante de Bariloche para detallar los inconvenientes que sufre cada establecimiento. Roncati citó varios ejemplos: el Jardín Comunitario N° 33 no posee matafuegos ni heladera y se encuentra infectado por roedores; un mes atrás, la empresa distribuidora de energía le retiró el medidor de calefacción a la Escuela N° 20 y nunca fue respuesto; y la Escuela N° 2 hace más de un año que no cuenta con gas dentro de la institución. Si bien, las clases fueron suspendidas en las últimas dos escuelas mencionadas, el informe asegura que son 26 instituciones las que necesitan refacciones urgentes. “Y la respuesta de la intendencia es siempre la misma: no podemos hacer nada”, sostuvo Hernández a este diario.
La toma de la Municipalidad, explicaron los alumnos, no representa un hecho asilado. Hace semanas repiten sentadas y “frazadazos” en distintos colegios. Luego, los estudiantes grabaron un video –que rápidamente fue viralizado por las redes sociales– contando su situación. “Si me resfrío, es por el frío”, “Es molesto estudiar con campera”, fueron algunas de las protestas. En el acto del 25 de mayo, en pleno centro de la ciudad, los estudiantes subieron al palco oficial para hacer un reclamo y terminaron a los empujones con personal de seguridad, quienes los acusaban de ser “irrespetuosos” e “irresponsables”.
“El intendente (Genusso) siempre dice que nosotros somos los hijos de la ciudad. Pero en realidad se hizo poco y nada. En la manifestación de ayer, casi 500 estudiantes marchamos para reclamar que vuelvan las clases con las condiciones adecuadas” dijo a este diario, Villagra, estudiante de cuarto año.
El intendente de Bariloche informó a los alumnos que ya tuvo una reunión con Mónica Silva, ministra de Educación de la provincia, para detallar la situación que afrontan las escuelas. Los chicos, sin embargo, descreen de la versión oficial y aseguran que resolverán en la asamblea de esta tarde si seguirán durmiendo en la Municipalidad. Por las dudas, ya tiene yerba y agua caliente.
Informe: Jeremías Batagelj.