“Hemos visto a Jimmy McGill ser golpeado durante cinco años, y ganar y perder cierto sentido de su brújula ética. Ya no posee demasiado, pero a veces lo tiene y a veces regresa. Sacar ese último pedazo de brújula ética de su cerebro es una cirugía profunda y va a ser algo sangriento y... doloroso”. Con esas palabras, el actor Bob Odenkirk adelantó lo que será la temporada conclusiva de Better Call Saul: hoy lunes se estrena por Netflix con capítulo doble, consta de trece episodios y vendrá en dos tandas (la segunda arrancará en julio).
El último tramo en el cambio de piel y nombre para el abogado más inescrupuloso de Albuquerque contiene otros estímulos relevantes: la moral de su compañera Kim Wexler (Rhea Seehorn) viene en picada y la guerra interna en el cartel de Salamanca ya está declarada. También habrá continuación para la vida incógnito del protagonista en Nebraska bajo el alias de Gene Takavic. La cronología indica que se está más cerca que nunca de Breaking Bad y los propios hacedores de la ficción han dado señales de que la caída del telón para el spin off será a tono con el de la serie madre. Es más, los creadores de la serie indicaron que reaparecerán Walter White y Jesse Pinkman (Bryan Cranston y Aaron Paul). “Estos dos mundos se cruzan de una manera que no se ha visto antes, eso es seguro”, adelantó el creador Vince Gilligan.