El próximo 20 de abril se llevarán adelante las elecciones de las principales autoridades de la Universidad Nacional de Salta (UNSa). Mientras que el rector Víctor Hugo Claros busca su reelección con la lista Compromiso Académico y Social, desde la Facultad de Ciencias Exactas llega su decano, Daniel Hoyos, como único opositor al actual gobierno encabezando la lista Somos UNSa.
Hoyos, de 57 años, es oriundo de Villa San Antonio, barrio ubicado en el sudeste de la capital salteña. Es ingeniero electricista electrónico y hace 32 años trabaja como docente e investigador universitario. Antes de la pandemia, y durante 5 años, organizó distintos talleres de robótica en la provincia, llevando a que más 1500 estudiantes puedan ser parte de competencias.
En una entrevista que dió a Salta/12, Hoyos destacó la falta de planeamiento en la gestión de estos últimos años, lo que derivó en su denuncia por desmanejo en el presupuesto universitario. Consideró imprescindible obtener mayor infraestuctura, proponiendo que algunas facultades o áreas deban trasladarse a otro edificio.
-¿Cómo se transitó el estudio en medio de la pandemia?
-Desde la Facultad de Exactas fuimos los primeros que largamos y probamos todos los sistemas virtuales, dado que era nuestra área. De ahí, fuimos informando al resto de la comunidad qué era lo que resultaba más cómodo. Fuimos los primeros en probar el sistema e incluso evaluar a través de él. Pero fue una experiencia compleja porque uno tuvo que aprender y equivocarse constantemente.
A ello se sumó que nuestra facultad tenía el 50% de sus estudiantes con necesidades insatisfechas. En la política del rectorado, Exactas era la última, y lo primero que hicimos fue generar nosotros mismos la política de repartir bolsones. Como sabíamos que éramos los más pobres, cuando aparecen las primeras becas de conectividad (desde la gestión de Claros), también pusimos nuestros recursos. El problema estaba también en que desde un celular no se puede estudiar. Eso fue duro.
-Como en todo el país, hubo estudiantes que no pudieron acceder a la educación a distancia o se les complicó la cursada por falta de conectividad o equipamiento, ¿qué es lo que se podría hacer para traerlos de vuelta?
-Sabemos que algunos se perdieron y hay que revincular. Lo primero que me gustaría armar es un programa que nos permita saber quién abandonó completamente e invitar a recursarlo. Digo "invitar" porque en las universidades existe la libertad de cátedra y eso es un tema importante porque básicamente hoy como decano no tengo derecho a meterme en una cátedra. Lo mismo sucede con rectoría. Si uno lo hace, se está violando una esencia de la vida universitaria.
Entonces lo que nosotros podemos hacer es sugerir recursados y transmitir su importancia al resto de los docentes. En nuestro caso (Exactas) ya los iniciamos. Este año hicimos el recursado de las materias del segundo cuatrimestre. Si bien ahora es sugerir, sabemos que hay gente que no se va a recuperar porque han iniciado otra vida por la realidad social que vivimos por la pandemia.
Por eso también lo que pretendemos hacer es un programa grande de compra de equipamiento informático para los alumnos. No sin antes dotar de WIFI a toda la Universidad. Entonces compraríamos ese equipamiento, se lo daríamos a las bibliotecas que los prestarían como si fuera un libro digital.
-¿Cómo se explica que antes y después de las etapas duras de la pandemia aún la Universidad no tenga WIFI?
-Es una dejadez de gestión. Se dejó de lado muchas cosas, como la tecnología, el tema académico, y eso repercute dentro de la estructura de nuestra Universidad. Se perjudica a docentes, al personal de apoyo universitario (PAU) y, principalmente, a nuestros alumnos porque no se puso foco en la accesibilidad.
En mi facultad tenemos WIFI para todos, pero se dio porque fue una inquietud mía y no de la gestión del rectorado. Eso podría haberse hecho hace muchos años, más aún cuando se contaba con los equipos desde antes de la pandemia.
-Esa preocupación está muy presente entre los estudiantes, pero también la falta de infraestructura en la Universidad. Hoy es una problemática que se ve años tras años, ¿cómo se responde a esa demanda?
-El problema no es solamente eso, lo que pasa verdaderamente es que no hay planificación. No se pensó que esta Universidad iba a ser tan grande. Siempre se cree que es una universidad chica y no lo es, es una universidad de mediana a grande por la cantidad de alumnos. Entonces no hay un proyecto, las autoridades no lo pensaron. Y hoy nos quedamos con una universidad para 7500 personas cuando ya tenemos 35 mil estudiantes. ¿Cuál es la conclusión? Que terminamos con todos los alumnos amontonados y peleando por las aulas.
-¿Qué es lo que se tendría que hacer entonces?
-Primero, saber que estamos en un situación de gravedad por el contexto sanitario, donde pasamos dos años duros, pero sabemos que puede volver a pasar. Entonces necesitamos más espacio, es decir, tenemos que hacer más baterías de aulas y salir a conseguir terrenos, en ayuda con la provincia, y empezar a construir otro predio. Hablé con diputados y les planteé que tenemos que conseguir un lugar para expandir la Universidad y así crecer. En determinado momento nos va a faltar espacio, y para eso tenemos que empezar a organizar un predio nuevo.
La denuncia de los 1.500 millones
En su momento Somos UNSa denunció que "se esfumaron 1500 millones de pesos", monto que surge del registro del presupuesto de la Universidad. La UNSa tiene un sistema de registro denominado SIU PILAGA, y allí el sector de Hoyos expresó que existe "una inconsistencia, muy importante, entre la información que surge del SIU PILAGA y la que aprueba el Consejo Superior cuando trata el presupuesto para el ejercicio 2021".
Según las economías de ejercicio 2020, se contabilizaron $1.756.633.369; mientras que las economías de inversión del ejercicio 2020 incorporadas al presupuesto 2021 fueron de $241.663.572. Entre ambos números existe una diferencia de $1.514.969.797. Esa suma "no está visibilizada por el Consejo Superior, cuando se trató el presupuesto anual del ejercicio 2021". Considerando que la resolución del Consejo Superior N° 140/2021 aprueba un presupuesto total de $4.082 millones, "esta diferencia (de 1.514 millones) no está incluida y representa un 37% del mismo". El presupuesto que debió aprobar el Consejo era del orden de los 5.600 millones.
-El problema que siempre se presenta en la Unsa cuando se habla de infraestructura es la falta de recursos económicos para ello. ¿Cómo se haría en este caso?
-Vamos a usar toda la plata que está guardada, que es de 1500 millones de pesos. Lo que se necesita es gestionar y para eso se necesita un plan. El problema es que hoy no tenemos una Universidad con un plan de crecimiento. Eso es detestable. Supongamos que en 10 años ganamos 10 mil alumnos más, ya estaríamos en 45 mil pero no tendríamos un lugar para ellos. La Universidad está atrasada hace 20 años.
-Otra de las demandas es sobre la estabilidad docente. Según ADIUNSa, en la Universidad el 68% de los docentes tienen cargos de dedicación simple, ¿cómo se podría resolver4 esta situación?
-Lo que nosotros necesitamos hacer es ampliar la dedicación docente. Necesitamos volver a tener docentes exclusivos o semiexclusivos. Sabemos que la política salarial la lleva el gobierno, pero sí podemos trabajar en aumentar la dedicación.
El rectorado reconoció que tiene 860 cargos académicos sin llamar a concursos, y 140 PAU, donde tampoco se han tomado. Entonces propondríamos y acompañaríamos a las facultades a llamar a esos cargos. Lo que representaría una solución inmediata.
-En la misma sociedad salteña se reclama la ausencia de reconocidas carreras, como abogacía, ¿qué posibilidades de ampliar la oferta académica?
-Hoy nos faltan dos carreras grandes: abogacía y arquitectura. Estamos hablando con Jujuy para hacerlas de forma conjunta, pero obviamente con la intención de resolver previamente la cuestión de la infraestructura. Y con la carrera de medicina ya en Salta, nos faltaría odontología y veterinaria.
Por el lado de Claros
Desde el ala del rector Víctor Claros se propone un plan de mejoras en la planta docente y el PAU. Informaron que se crearon 530 cargos docentes, 50 PAU y 10 secretarías. Desde Compromiso Académico y Social afirmaron que continuarían trabajando en pos de fortalecer a la docencia y al personal de apoyo por medio de un planes de mejoras, con el fin de optimizar el funcionamiento institucional de la UNSa.
En cuanto a infraestructura, dijeron que se construirá un edificio de electromecánica de la Facultad de Ingeniería, con un presupuesto de 240 millones de pesos ya obtenidos. Otro edificio será el de Matemática y Física de Ciencias Exactas, con un monto de 275 millones de pesos. Anunciaron además que incorporarán el sistema institucional de educación a distancia.
Afirmaron que durante la última gestión (2019-2022) se llevó a cabo la implementación de nuevas sedes de acuerdo a las demandas y necesidades de cada contexto; se construyeron nuevas aulas y laboratorios en el interior; se inauguraron los edificios de Patología Experimental y el albergue para estudiantes en sede central. Además, se consolidó la carrera de Medicina.