El Partido de los Trabajadores (PT) anunció un pacto por cuatro años para conformar una federación electoral y de gobierno con el Partido Comunista do Brasil (PCdoB) y el Partido Verde. Será la base inicial de sustento a la candidatura del expresidente, Luiz Inácio Lula da SIlva, para intentar vencer al mandatario Jair Bolsonaro, quien buscará la reelección. Uno de los objetivos de la coalición partidaria, según afirman, consistirá en alcanzar "grandes bancadas progresistas para el Congreso Nacional y las Asambleas Legislativas, así como un número importante de gobernadores", lo que permitirá que el gobierno electo "tenga las condiciones para impulsar cambios y grandes transformaciones" en Brasil.
"Este 18 de abril es un hito histórico en la vida política brasileña. Nace la Federación Brasil de la Esperanza (FE Brasil)", dice el comunicado del PT divulgado este lunes luego de un acuerdo entre los titulares de las tres fuerzas. Por la nueva legislación electoral, la FE Brasil deberá actuar como un partido único con debate interno y con compromisos que duren los cuatro años de gestión en caso de ser electo el dos de octubre el expresidente Lula en las elecciones generales.
De acuerdo con el comunicado, FE Brasil "se constituyó como expresión de la necesidad y el anhelo de la unión de fuerzas populares, democráticas y progresistas para, junto a una amplia alianza, restaurar la democracia, promover la reconstrucción y la transformación de Brasil y garantizar una vida digna" para la población. "FE Brasil tiene como desafío una gran responsabilidad: actuar como fuerza decisiva para liberar a nuestro país del nefasto gobierno de la extrema derecha, asegura el documento firmado por la titular del PT, Gleisi Hoffmann, la del PCdoB, Luciana Santos, y el jefe del Partido Verde, José Luiz Penna.
El anuncio forma parte de los movimientos institucionales del PT para buscar elegir grandes bloques de centroizquierda e izquierda en el Congreso que surgirá de las elecciones de octubre, uno de los objetivos de Lula para, en caso de victoria, no necesitar buscar votos entre la derecha oficialista de la llamada vieja política, conocido como el "Centrao", hoy con Bolsonaro.
A partir de una ley sancionada en 2021, las federaciones partidarias están obligadas a mantenerse unidas por al menos cuatro años, funcionando como un único partido en el Congreso. Este cambio, al que se opuso el presidente Bolsonaro, permite a los partidos sortear las alianzas electorales, que se deshacen formalmente apenas pasada la elección.