La jueza de familia N° 2 de Orán, Ana María Carriquiry, ordenó la “internación involuntaria” de una mujer que padece problemas mentales por entender que se convirtió en un riesgo no solo para ella misma sino también para sus hijos.
La situación de esta mujer expuso las carencias del Hospital San Vicente de Paul de esa localidad, ya que la mujer fue internada en una camilla ubicada en la puerta de ingreso de la guardia del Hospital por seis días, según lo consignó la jueza en su resolución, tomada a fines de marzo.
Ante la falta de un médico psiquiatra que valore la situación en el hospital que es de referencia en esta región, la paciente tuvo que ser trasladada al Hospital Miguel Ragone de Salta Capital. Aquí se la valoró, medicó, estabilizó y se le dio el alta para que continúe con un tratamiento en su domicilio.
Por el momento la mujer se encuentra con el tratamiento pero, de todas maneras, se dispuso que sus dos hijos pequeños sean institucionalizados al menos de manera temporal hasta conseguir una contención adecuada en la familia ampliada.
Así lo indicó a Salta/12 el asesor de Incapaces de Orán, Cristian Babicz, al explicar que el pedido de internación involuntaria se generó desde su despacho. La actuación de oficio fue elevada luego de que una psicóloga del hospital oranense alertara a la asesoría de la situación a través de un informe. Ante el aviso, Babicz gestionó los informes ambientales pertinentes que presentó ante Carriquiry con la solicitud de la internación involuntaria de la madre.
Hay una polémica instalada por los derechos que enmarca la Ley de Salud Mental. En la normativa se establece el derecho de quienes padecen problemas mentales de dar su consentimiento para tratamientos e internación. Sin embargo, Babicz afirmó que este caso en particular se enmarca en el artículo 20 de la normativa, que establece como parámetro de excepción cuando la persona con padecimientos mentales “se pone en riesgo a sí misma o a terceros”. Según el proceso que se siguió, es lo que ocurrió en este caso.
Un sistema colapsado
En diálogo con Radio Nacional, Carriquiry afirmó que en el marco de las actuaciones se supo que la mujer cuya internación involuntaria se ordenó había sido alojada en una camilla a las puertas de la guardia de la institución sanitaria, "Por donde pasa todo y se ve de todo, totalmente expuesta”, sostuvo la jueza, al afirmar que esta situación se habría extendido por seis días.
Añadió que uno de los problemas es que el hospital cuenta en el servicio de psiquiatría con un solo médico residente que va desde Salta Capital a Orán dos veces por semana. Sin embargo, según se pudo conocer por otras fuentes, cuando se dictó la orden de internación el médico estaba con licencia.
Fue entonces que luego de unos días de permancer en esa camilla (al parecer porque el Hospital Ragone tampoco tenía suficientes recursos para atender a la paciente), la mujer fue trasladada a Salta Capital en donde se la evaluó y estabilizó, para luego volver a su vivienda de Orán, con el tratamiento ambulatorio pertinente. Mientras, se encuentra con revisión periódica de profesionales de la salud mental del hospital norteño (que contaría solamente con tres profesionales de psicología).
Si bien este es un caso particular, la situación que lo rodea persiste "desde al menos hace diez años, que es el tiempo que llevo de asesor”, dijo Babicz. La preocupación expuesta por la jueza, en tanto, es que además de los y las pacientes mentales, también hay personas que tienen problemas de consumo de estupefacientes que tampoco estarían accediendo a un tratamiento para sus adicciones. Frente a la falta de recursos (humanos o de infraestructura) para dar respuesta a esta situación, Carriquiry calificó a la Ley de Salud Mental como “un poema de Borges escrito frente al Obelisco tomando café”.