El COVID apenas dejó espacio a otros virus respiratorios en los últimos dos años. Hasta ahora. La gripe mantiene en alerta a médicos, padres y al propio ministerio de Salud nacional, que anticipó la campaña de vacunación antigripal ante el brote temprano de casos de influenza, "sobre todo de niños menores de 5 años", sostuvieron desde la cartera a cargo de Carla Vizzotti.
En febrero, la cartera sanitaria nacional alertó a la población sobre el aumento de casos del virus de influenza en menores de 5 años y desde la Sociedad Argentina de Pediatría consideran que ese hecho fue "multicausal" y en algún punto "esperable".
"El aumento de casos de gripe a principios de año puede responder al inicio de la temporada de influenza en el hemisferio norte y la movilidad de la población por la apertura de fronteras, y sobre todo, al aumento de contacto de los niños con sus pares, luego de dos años de aislamiento", precisó a GO Noticias la especialista en infecciones infantiles y miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría, Dra. Luciana Bellone.
Bellone también indicó que "no era normal y no es bueno que no haya gripe” porque así aumenta la cantidad de personas que no desarrollan inmunidad frente a virus, y toda la población se vuelve más vulnerable.
"Los niños no generaron defensas y por eso es grande el impacto en el número de contagios", aportó por su parte la Dra. Angela Nakab, médica especialista en Pediatría y Adolescencia del Hospital Pedro de Elizalde.
Nakab indicó también que la gripe no es la única enfermedad viral estacional que afecta a los niños por estos días. "Lo que se está viendo es normal para la época y es lo que se esperaba luego de dos años de poco contacto social. Tenemos muchos casos virales estacionales como rinitis, bronquitis, faringitis, y también gripe", todos derivados del virus de la influenza.
"No es que el virus sea más grave o letal, pero sí se va a encontrar con más gente sin inmunidad y por tanto habrá más gente que requiera hospitalización, por una cuestión estadística", señaló por otro lado Gabriela Tapponier, secretaria de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica y miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría.
“La influenza es impredecible. Estuvimos dos años muy aislados, con una baja circulación viral. Ahora, esta cepa está afectando a los más chicos, los niños menores de cinco y, particularmente, menores de dos que son los que estuvieron en casa y prácticamente no tuvieron contacto con el virus. Esto realmente ha generado una población bastante desprotegida en cuanto a la inmunidad previa”, agregó.
Predominancia de la Gripe A
"Vemos en las últimas semanas predominancia de consultas por casos de Influenza A en niños. Es un estado viral, que puede durar entre 7 y 10 días, y que en algunos casos severos, puede terminar con la internación", explicó la Dra. Bellone. "Los niños pueden presentar fiebre, náuseas, complicaciones para respirar; también molestia corporal y resfrío".
"La sintomatología es recurrente: fiebre, decaimiento, dolor corporal, resfrío; y la devolución médica es similar, cuadros virales respiratorios, que en algunos casos se analizan, y en otros (cuando son leves) se transitan con antifebriles y reposo", aportó Nakab.
¿Hisopados sí o no?
Con algunas variantes según la institución o el profesional, el procedimiento suele ser inicialmente hisopar al paciente cuando presenta dos o más síntomas compatibles con covid. Lo que se busca es descartar que se trate de coronavirus para confirmar que es una gripe.
Una vez descartado el cuadro de covid, se asume que el paciente tiene gripe, explicaron las profesionales. “La mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico”, indicó Nakab, y especificó que solo en casos graves se somete al paciente un hisopado más específico para “determinar que tipo de virus tiene y de allí atacarlo”.
¿Cómo se contagia la gripe?
El virus se dispersa en pequeñas gotas que salen de la boca o de la nariz de una persona infectada, cuando estornuda, tose o ríe. "Te puede contagiar la gripe una persona que la tenga si inspiras sus gotitas infectadas por el virus de la gripe", explicó a GO Noticias la doctora Gabriela Tapponier.
"La vacuna antigripal es la herramienta preventiva fundamental para reducir las complicaciones, hospitalizaciones, secuelas y muertes relacionadas al virus de influenza", aseguró Tapponier.
Cómo combatir la gripe
"Sin embargo, en niños pequeños, adultos mayores y personas con factores de riesgo, la infección puede conllevar complicaciones graves, provocar neumonía y en algunos casos causar la muerte", advirtió Tapponier, y destacó la importancia de la vacunación.
"Es necesario que los papás tomen conciencia y cumplan con el esquema de vacunación obligatorio, para evitar complicaciones en los más chicos, por eso recomendamos colocarse la vacuna antigripal, y estar atentos a los síntomas", resaltó.
Las profesionales consultadas coincidieron en la importancia de vacunar a los niños contra la gripe, que protege contra los virus estacionales.
"La vacuna antigripal puede administrarse junto con cualquier otra vacuna", incluyendo las vacunas contra la COVID-19, recordó Tapponier. Esto significa que las personas que aún no recibieron la dosis de refuerzo contra el coronavirus, pueden aplicarse ambas vacunas el mismo día (sin necesidad de intervalo).
La vacuna antigripal
La vacuna forma parte del Calendario Nacional de Vacunación y es gratuita y obligatoria para los siguientes grupos:
Personal de salud.
Personas gestantes: en cada embarazo y en cualquier trimestre de la gestación.
Personas puérperas: hasta el egreso de la maternidad (máximo 10 días), si no recibió la vacuna durante el embarazo.
Niños y niñas de 6 a 24 meses de edad (son 2 dosis con 4 semanas de intervalo entre la primera y la segunda, si no recibió 2 dosis anteriormente).
Personas entre los 2 y los 64 años que tengan factores de riesgo: deberán presentar una orden médica o documentación que certifique la existencia de enfermedades preexistentes. Son considerados factores de riesgo: obesidad, diabetes, enfermedades respiratorias, enfermedades cardíacas, inmunodeficiencias congénitas o adquiridas, enfermedad oncohematológica, trasplante y/o personas con insuficiencia renal crónica en diálisis, entre otros.
Personas de 65 años y mayores.