"La policía y el abogado de (Marcelo) Macarrón me armaron la causa", aseguró en el comienzo de la sexta semana del juicio por el femicidio de Nora Dalmasso el pintor Gastón Zárate, quien en febrero de 2007 fue detenido e imputado por "violación y homicidio" con pruebas tan endebles que, doce horas después de apresado, debió ser liberado. Además de Zárate, para hoy se preve que también declaren otros dos testigos, Juan Agustín Silvestre y Carlos Wilberg.
Se trata de la 15ta. audiencia del debate por el crimen de Dalmasso, cometido el 16 de noviembre de 2006 en la casa del barrio Villa Golf, en la localidad cordobesa de Río Cuarto, que la mujer compartía con su marido, Marcelo Macarrón, el único acusado por el hecho.
El pintor Zárate, que actualmente tiene 41 años y ya no vive en Río Cuarto, fue sobreseído en 2011, tras años de ser sindicado como "perejil" en la causa, un apodo que inclusive también bautizó una manifestación, "el perejilazo", para reclamar su libertad en 2007.
En la época en que fue cometido el crimen, él y otros pintores trabajaban en la casa de Dalmasso y Macarrón, a quienes, contó, escuchó discutir un día antes de que el ahora acusado viajara a Uruguay para participar del torneo de golf. "Macarrón le decía que todo se iba a acabar", relató en su declaración de esta mañana.
Zárate acusó a Macarrón y su abogado, Daniel Lacase, de orquestar una acusación falsa para perjudicarlo. "Me armaron la causa para que me metan preso a mí", por lo que tres policías (uno de ellos, según identificó, era el Jefe de la División Homicidios de la policía provincial) comenzaron a visitarlo para, mediante presiones diversas, convencerlo de que debía responsabilizar por el crimen a un amigo suyo, que padece retraso madurativo.
Finalmente, ese mismo amigo, Carlos Curiotti, fue quien declaró en contra de Zárate y tiempo después contó que los policías lo habían presionado para ello. Por ello, el pintor, casi tres meses después del crimen, fue detenido e imputado por "violación y homicidio", a requerimiento de los fiscales que llevaban la investigación, Javier Di Santo, Fernando Moine y Marcelo Hidalgo.
El viudo "buscó obtener ventaja" con la muerte
El juicio por jurados tiene como único imputado al viudo de Dalmasso, Macarrón, quien afronta cargos por "homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal", que preve pena de prisión perpetua.
En el requerimiento de elevación a juicio, la fiscalía indicó que, presumiblemente unos meses antes del 25 de noviembre de 2006, Macarrón instigó el crimen de su mujer motivado por conflictos matrimoniales y acordó con otras personas -aún no identificadas- su ejecución.
Para los acusadores, el viudo buscó "obtener una ventaja, probablemente política y/o económica del estrépito de la eventual muerte".
El femicidio fue cometido entre las 20 del 24 de noviembre de 2006 y las 3.15 del 25, cuando Macarrón se encontraba en Punta del Este, adonde había viajado para participar de un torneo de golf.
Esa madrugada, al menos una persona ingresó en la casa de la familia, donde atacó a Dalmasso y "la abordó una vez que ésta se encontraba dormida en la habitación de su hija, ubicada en la planta alta de la vivienda". Los peritajes establecieron que el atacante la mató utilizando "el cinto de toalla de la bata de baño que se encontraba en la habitación" y luego "ordenó la escena con la finalidad de simular un hecho de índole sexual, tras lo cual se retiró del lugar, sin dejar rastro alguno de su persona".