A través de la reinversión de utilidades por el cobro del peaje, la Administración General de Puertos (AGP) a cargo de la administración actual de la vía navegable troncal Paraná-Paraguay, incorporará tecnología de vanguardia que le permitirá recolectar información para mejorar las condiciones de navegación y, en caso de que sea solicitado, colaborar con otros organismos estatales que se encargan del control en el río. Se instalarán radares, cámaras, antenas y demás elementos tecnológicos en los pasos críticos de la vía navegable.
Es una inversión de alrededor de 7 millones de dólares a partir de un convenio con Ubatec, organización dependiente de la Universidad de Buenos Aires, que permitirá imponer la presencia estatal a través de la recolección de información más allá de lo que suceda después de septiembre de este año, cuando venza la licitación corta con la que el Ministerio de Transporte adjudicó a la AGP.
De acuerdo al último informe de gestión de la vía, el Estado obtuvo un superávit de 16 millones en febrero de 2022. Debido a la baja del río y la imposibilidad de dragarlo más allá de los límites que el cuidado del ambiente permite, los barcos deben transitar más seguido y por lo tanto pagar peaje. Este resultado permite que AGP pueda no solo ocuparse del mantenimiento cotidiano de la vía navegable sino de invertir en esta tecnología. Por contrato, la estatal no puede realizar modificaciones estructurales en la traza.
El acuerdo, con una fuerte inversión pública, implica la implementación de un sistema de gestión y monitoreo para la vía con un grado elevado de desarrollo nacional, el cual estará en las oficinas de la propia AGP. El mismo estará compuesto por nueva infraestructura en distintos puntos estratégicos de los ríos, una plataforma dinámica de procesamiento de datos y un Centro de Monitoreo donde se puede centralizar toda la información recolectada.
Con la información se podrá actuar en tiempo real ante la presencia de cualquier tipo de incidente, y se podrán planificar de manera estratégica las políticas necesarias para la agilización del tráfico en la vía fluvial. La instalación de esta tecnología permitirá conocer el rumbo de los barcos y su velocidad, así como también se podrá detectar aquellos buques que cumplen (o no) con su identificación. Contará también con estaciones meteorológicas que se encargarán de brindar información sobre las condiciones climáticas que hacen a la navegación, y también habrá boyas con tecnología para el análisis de la corriente y aportar datos para optimizar la gestión ambiental.
De esta manera, el organismo avanza con un proceso de “Smart River”, solicitado por los actores de la vía durante la concesión privada que jamás se había llevado a cabo. Los puntos iniciales donde se instalarán los equipos serán en Puntos Remotos en Zona Común La Plata (Rio de la Plata), Puente Gral. Mitre (río Paraná Las Palmas), Puente Gral. Urquiza (río Paraná Guazú), Puente Nuestra Sra. del Rosario (Paraná Medio) y Puente Gral. Belgrano (Paraná Superior). De todas maneras, estos cinco sitios están pensados como punto de partida, cubriendo el ingreso y el egreso de la vía y los pasos por dónde hay mayor movimiento de cargas.
La Administración General de Puertos (AGP) se hizo cargo de la vía en septiembre de 2021, culminando un proceso de gestión privada en el que el Estado no intervenía. A partir de este cambio, la empresa publica informes mensuales de gestión para comenzar a transparentar los flujos de la principal via de comercio del país. A través de este convenio, AGP busca revalorizar el rol del Estado en la vía y sumar valor agregado al trabajo que se hacía en el pasado.
El trabajo sentará un precedente para la licitación final de la vía, ya que sumará al debate la necesidad de contar con infraestructura que aporte a la vía navegable la posibilidad de ejercer un monitoreo en cuestiones de seguridad de navegación.