Cuando aquel 4 de noviembre de 2011 Osvaldo Fattoruso se sentó tras su batería en el Boris, lejos estaban –él y los demás- de imaginar que sería la última vez que lo haría en la Argentina. Pero sí. Ocho meses después, ya sin volver a cruzar el charco otra vez, el legendario Shaker era noticia, pero no por su impresionante toque si no por su muerte: un cáncer se lo llevó a los 64 años, una madrugada de fines de julio de 2012. En la tierra quedaban entonces su legado como pionero del ala percusiva del candombe-rock; su amor de juventud llamado Shakers; su bajada negra de nombre Opa; y sus jams inimitables junto a miles. De ahí que la idea del sello Los Años Luz de publicar un disco con el registro de aquella jornada en el desaparecido club de jazz devenga en acto de justicia musical, sin dudas.
Rodeado por un elenco de monstruos a la altura -Daniel Maza en voz y bajo; Ricardo Lew en guitarra y Ricardo Nolé al piano- la última performance argenta del Osvaldo, como afectuosamente se lo nombra en el Río de la Plata, transcurre a través de diez piezas, en su mayoría alineadas en la más pura tradición jazzero-candombera, con fuerte asiento en el acervo de Opa (banda que los hermanos Fattoruso formaron junto a Ringo Thielmann en 1969, en Estados Unidos), y proyectos afines. “Dedos”, la pieza que lo abre, viene en rigor de aquellos tiempos. De Tótem, porque Rubén Rada -que luego se integró a Opa- la había compuesto para tal. “Dedos son dedos, días son días / Madres son madres / Hijos son crías / los pensamientos / son todos míos / pero mi lengua / ya no es tan mía”, reproduce la voz de Maza en un tema que, respetuoso de su tesitura original, se mueve con soltura rítmica, y libertad. Mucha libertad.
Al mismo nodo temporal, estético y compositivo pertenece de hecho la mayoría de los rescates que hizo el cuarteto en aquella noche trascendente. “Ayer te vi”, por caso, pieza también de Rada que ocupaba el cuarto lugar en el Lado B del viejo Radeces, y que el tiempo fue fraguando hacia arriba, al punto de transformarla en otro clásico inoxidable del Río de la Plata. En las ocho manos del Boris, recayó tal en forma de bis –veloz, expeditivo, prolijo- para saciar a insaciables montados en copas. Encendidos, claro, por la emocionalidad que habían provocado las piezas precedentes. Por la de “Martuan”, porque Osvaldo y Nolé jamás se olvidaron de la versión original que grabaron en otro viejo disco de Rada: En familia (1983). O por la de “Sudáfrica, canción antigua”, otra de Rada, donde la sugerente voz de Maza precisamente propone un viaje de diez mil kilómetros a velocidad luz hasta el continente padre de ritmos. “Que negros y blancos canten de una vez / la canción deseada, de la sensatez”.
De la cosecha Rada, que fue buena parte del repertorio, el cuarteto recaló también en una visita instrumental por “Candombe para Figari”, inolvidable e irrepetible al igual que la improvisación libre, el buen gusto y la belleza melodiosa que el cuarteto propuso en “A Ra”, del pianista brasileño Joao Donato. El resto del material circula por los entresijos sonoros de piezas más contemporáneas. Una de ellas, “O Sambhina”, es del Hugo y era una de las estrellas del remozado Trío Fattoruso, recién llegado de una gira por Japón. Para la visión del cuarteto, la gema negra trasciende por el enorme trabajo de Nolé al piano en favor de un latin-jazz que la guitarra de Lew capta a la perfección.
A eso le suceden el bolero “La sombra de tu sonrisa”, y “Montevideo”, perla del candombe-jazz, dotada de ese voceo portuario que la hace tan local, tan característica. El trabajo de Fattoruso es extraordinario aquí, tanto como en “Muchacha ojos de papel”, en una visita que cerró por todos lados. Por una introducción onírica y hermosa como la vida de su creador. Por el respeto del cuarteto al no cantarla y reemplazar la voz de Luis Alberto Spinetta por el bello fraseo de la guitarra de Lew. Y por la belleza que transpiran los toques finos, aterciopelados, sutiles, del Osvaldo.
El registro histórico, ya disponible en plataformas digitales bajo el nombre de Maza, Lew, Fattoruso, Nole – Vivo en Boris 2011, será presentado este viernes 22 de abril en Bebop Club (Uriarte 1658), con la misma formación que brilló en la primavera de 2011, excepto el ingreso obligado de un pichón del Osvaldo: Fabián "Sapo" Miodownik.