El FMI elevó las proyecciones de crecimiento para Argentina hasta el 4 por ciento en 2022, un punto porcentual más de lo previsto en enero último. Al mismo tiempo, el organismo bajó las estimaciones de desempeño de la economía mundial debido a las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania. En cuanto a la inflación nacional, el Fondo proyectó para 2022 un 48 por ciento, en línea con el tope de las metas indicativas en el acuerdo firmado con el Gobierno a fines marzo pero por debajo de las estimaciones de consultoras privadas, que ya apuntan a la línea del 55/60 por ciento.
La presentación de World Economic Outlook del FMI estuvo a cargo de Pierre-Olivier Gourinchas, el nuevo economista jefe del organismo, de la Universidad de Berkeley, quien sucedió en el cargo a Gita Gopinath. "El conflicto bélico agudiza las tensiones económicas causadas por la pandemia. Es sumamente probable que el PIB de Ucrania caiga dos dígitos, Rusia sufra una gran contracción y se registren efectos secundarios a nivel mundial a través de los mercados de materias primas, el comercio internacional y los canales financieros. Además de reducir el crecimiento, la guerra ampliará la inflación. Por ello se prevé que las tasas de interés aumenten a medida que los bancos centrales endurezcan su política, lo cual generará presiones para las economías de mercados emergentes y en desarrollo", describe el informe.
Por otro lado, el Fondo dedicó un párrafo de un informe a la situación de las finanzas públicas, que se van a desgastar ante la desaceleración económica y la suba en el precio de la energía. "Se podría prever un aumento temporal de los impuestos sobre el exceso de beneficios. Esto ayudaría a recuperar parte de las transferencias a las empresas que no las necesitan”, indicó el organismo.
La recomendación está en línea con el anuncio que hizo el ministro de Economía, Martín Guzmán, acerca del proyecto oficial para gravar la "renta inesperada". De hecho, es esperable que ahora el Gobierno utilice esa definición del Fondo para justificar, en la discusión parlamentaria, la razonabilidad del incremento impositivo, que apuntaría a las grandes empresas que hayan ganado más de 1000 millones de pesos y además cumplan con otros requisitos de mejora de la rentabilidad.
Desaceleración global
"Se proyecta que el crecimiento mundial se desacelere del 6,1 por ciento estimado para 2021 a 3,6 por ciento en 2022 y 2023; o sea, 0,8 y 0,2 puntos porcentuales menos en 2022 y 2023 que lo proyectado en la edición de enero", indica el FMI. La suba del PBI esperada para los Estados Unidos, primera economía mundial, es del 3,7 por ciento para este año, mientras que en la eurozona, sería del 2,8 por ciento. En general, las economías emergentes y en desarrollo tendrían una mejora del 3,8 por ciento, con China liderando la lista con el 4,4 por ciento. América latina y el Caribe quedan bastante atrás, con una mejora promedio del 2,5 por ciento.
"Se prevé que la inflación siga siendo elevada, alimentada por las alzas de precios de las materias primas impulsadas por la guerra y la ampliación de las presiones de precios. Para 2022, se proyecta una inflación de 5,7 por ciento en las economías avanzadas y de 8,7 por ciento en las de mercados emergentes y en desarrollo. Si surgen indicios de una inflación elevada a mediano plazo, los bancos centrales se verán forzados a reaccionar subiendo las tasas de interés y dejando expuestas vulnerabilidades por endeudamiento, particularmente en los mercados emergentes", agrega el FMI.
En la presentación del informe, Gourinchas consideró que "se está en camino a un mundo más multipolar dado el surgimiento de los mercados emergentes en la economía global, pero sería desastroso si la economía global se fragmentara en sistemas competitivos con diferentes estándares. Una transición controlada hacia un mundo más multipolar sería un resultado preferible".
La región y Argentina
A contramano de la tendencia a la desaceleración de la economía global, el FMI mejoró en un punto porcentual la estimación de crecimiento para Argentina, hasta el 4 por ciento este año, en relación al cálculo de enero. También implica un alza de 1,5 puntos frente a la publicación de octubre pasado. El número está por arriba de la proyección emitida hace 10 días por el Banco Mundial, que apuntó al 3,6 por ciento.
La corrección al alza tiene que ver con el impacto esperado que para el FMI tiene el acuerdo de Facilidades Extendidas que el país firmó con el propio organismo. Sin embargo, el cálculo de inflación, del 48 por ciento, muy posiblemente subestimado, sugiere la posibilidad de una corrección hacia "más precios y menos cantidades". Por otro lado, el Fondo estimó para Argentina que la cuenta corriente de la balanza de pagos será superavitaria en 500 millones de dólares, mientras que la tasa de desempleo rondará el 9,2 por ciento para 2022.
Para América Latina, el crecimiento este año sería del 2,5 por ciento. Brasil crecería apenas 0,8 por ciento; Chile, 1,5; y Perú, 3 por ciento. Paraguay lo haría en sólo un 0,3 por ciento y Uruguay avanzaría un 3,9 por ciento. El mejor de la región en términos de crecimiento sería Colombia, con el 5,8 por ciento.