El impuesto a la renta inesperada que plantea el Gobierno ya despierta reacciones en el empresariado. Por un lado, el CEO de Syngenta, Antonio Aracre, consideró "justo" el proyecto y dijo que de ese modo se lograría una "financiación genuina" para afrontar gastos extraordinarios. En cambio, el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, indicó que "a 165 impuestos que tenemos sumarle otro más, esa no es nuestra política".

"Me parece sano que ante cualquier tipo de gasto extraordinario que se plantee, el Estado desde el punto de vista de la disciplina fiscal esté buscando una financiación genuina, eso habla de una responsabilidad y un cuidado. Si sólo se piensa en incrementar el gasto con emisión, a la larga eso termina en inflación y ese bono que se quiere dar para paliar la situación social al final de cuentas se transforma en un problema", dijo en declaraciones radiales Aracre, de Syngenta. "El impuesto --en relación al proyecto para gravar la renta inesperada-- está apuntando a sectores que tienen mucha capacidad contributiva, no afecta a personas físicas, es razonable", agregó.

Por su parte, Funes de Rioja dijo que "este impuesto es inesperado" y justificó que "hay 14.500 empresas de las cuales el 95 por ciento son PYMES. El resto son o multis que trabajan en el mundo y no les pasa nada de estas cosas o argentinas que se han convertido en multilatinas y compiten muy transparentemente". La central fabril propuso "la eliminación del IVA sobre alimentos para sectores de menos recursos bancarizados".

En tanto, el ministro de Producción bonaerense, Augusto Costa, consideró que "en un contexto donde una parte importante de la población está en una situación muy complicada, el Estado trata de que aquellos ganadores de un contexto internacional que los beneficia puedan aportar recursos para brindar alivios a quienes más los necesitan".