Los gobiernos de las naciones en desarrollo del G24 pidieron una mayor cooperación internacional ante “las crecientes presiones inflacionarias”, impulsadas por los picos en los precios de los alimentos, la energía y las materias primas, y las interrupciones de producción y suministros relacionadas con la pandemia.
En cuanto a los aspectos de la coyuntura financiera, los países miembros expresaron su preocupación por "los crecientes riesgos para la estabilidad financiera que pueden perturbar la recuperación económica. Al gestionar las políticas macroeconómicas, las autoridades deben lograr un equilibrio entre contener el aumento de la inflación y apoyar la recuperación económica", destacó el G24, durante la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, que se realiza en Washington.
"Aumentos más rápidos de lo esperado en las tasas de interés en las economías avanzadas podrían elevar las tasas a nivel mundial y provocar salidas de capital de los países en desarrollo, reduciendo el acceso a los mercados financieros y aumentando aún más las vulnerabilidades de la deuda", consideraron en el escrito. Por tal motivo, instaron al FMI a "estar alerta para reconocer los efectos indirectos en su supervisión bilateral y multilateral y a brindar asesoramiento y apoyo técnico oportunos y personalizados a los países miembros".
El grupo reúne a más de 24 economías emergentes, entre las que se encuentra Argentina; Argelia, Brasil, Colombia, Congo, entre otras.