En el duelo entre el puntero y el escolta de la Zona B, Estudiantes venció 2-0 a Tigre en La Plata, por la fecha 11 de la Copa de la Liga.
En el complemento, los ingresados Franco Zapiola y Mauro Boselli le dieron la victoria al conjunto de Ricardo Zielinski, que lidera la tabla con 24 unidades; descontó sobre el final Nicolás Demartini para el Matador, que pese a perder jugó un gran encuentro y se plantó en 19 unidades.
Estudiantes arrancó aplicando una presión asfixiante sobre Tigre, al que le costaba hilvanar jugadas e incluso de prosperar en campo adversario. El sólido mediocampo pincha no dejaba pensar al equipo de Diego Martínez, que aún a sabiendas de verse claramente superado en el dominio del trámite, procuraba no desesperarse y hasta se arriesgaba a salir jugando desde su arco.
La presencia -y sobre todo la potencia- de Leandro Díaz asomaba intimidante ante una firme última línea visitante que se apoyaba en el buen trabajo de Blondel y Cabrera. De hecho, además de los varios envíos aéreos del local a los que se veía sometido, el seguro Marinelli respondía bien ante un disparo de Manuel Castro.
Pasado el cuarto de hora, el Matador fue encontrando la pelota a partir del enorme trabajo de Prediger y llegó por derecha tras una escapada de Colidio, cuyo centro recayó en el goleador Magnín, que molestado por un defensor local no pudo definir bien. Tigre llegaba poco, pero era punzante y generó peligro hasta en los contados tiros de esquina de que dispuso.
Al rato, luego de acomodarla con el brazo, Díaz tuvo una nueva chance y de frente al arco fusiló al arquero visitante, que le ahogó el grito; en el rebote, Del Prete se llevó puesta la pierna de Prediger y cayó en el área para que todo el público platense reclamase penal.
El equipo de Zielinski siguió acechando el área de los de Victoria y casi abre la cuenta con un cabezazo de Noguera tras un saque lateral y luego con una gran habilitación por izquierda de Valdez para Díaz, que el centrodelantero no pudo sacar provecho.
En el complemento, Estudiantes salió con el mismo empuje de la primera etapa, pero ya sin lastimar tanto. Tigre -más pausado y cerebral- pasó a dominar y logró poner en aprietos a Andújar con Zabala, tres apariciones punzantes de Priotti y otro disparo de Colidio que salió cerca de un palo. Incluso tuvo su chance su goleador Magnín, aunque su zurdazo fue defectuoso.
Y cuando menos lo merecía, el chico Zapiola pescó un balón en la puerta del área y con un violento remate, que se desvió en un defensor visitante, pudo finalmente vencer a Marinelli.
Tigre se derrumbó. Entonces aprovechó Estudiantes y el ingresado Boselli reventó un poste, pero luego tuvo revancha -con suspenso por el chequeo VAR- tras una jugada de Díaz para el 2-0 definitivo que permite a los platenses seguir abrazados a la punta en soledad.