La Dirección General de Aduanas (DGA) desarticuló una maniobra mediante la cual empresas exportadoras de granos intentaron realizar operaciones de venta de materias primas a través de la creación de 60 sociedades fantasmas en las que pusieron como titulares a personas de bajos recursos económicos que desconocían esas transacciones multimillonarias.
El objetivo de la operación frustrada por el organismo de control estatal había sido “diseñada exclusivamente para fugar divisas” y evadir al fisco, según se informó a través de un comunicado.
Y la razón por la que la DGA detectó esos intentos y los denunció ante la Justicia fue porque las empresas que pretendían hacer las operaciones no tenían capacidad económica ni financiera para sustentar esos movimientos.
Los procedimientos que detectaron la operatoria tuvieron lugar en Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Tucumán y Mendoza. Y los productos que fueron identificados en infracción fueron granos de soja, trigo, maíz y maíz partido. También se hallaron “irregularidades” en la comercialización de otras materias primas como en azúcar, avena, alpiste y ajo, entre otros.
La titular de la Aduana, Silvia Traverso, destacó que esto fue posible por la coordinación de esa dependencia con distintas áreas de la AFIP. “Nos permitió desarticular maniobras de evasión, elusión e intento de exportación fraudulenta de más de 37.500 toneladas en los últimos seis meses. Desde el organismo enfrentamos esta problemática de los exportadores truchos, que tiene un impacto negativo tanto en el mercado cambiario como en los ingresos fiscales”, indicó.
“Nuestro foco también está puesto en evitar maniobras de sobre y subfacturación en el comercio exterior y como parte de ese proceso reestablecimos instrumentos como los precios de referencia y los valores criterio”, explicó la funcionaria.
Según explicó la DGA, las 60 firmas son sociedades de reciente creación y en los últimos meses registraron “un crecimiento exponencial e inexplicable en sus envíos de productos agropecuarios al exterior”.
“Tampoco tenían empleados”, precisó el comunicado que, además detalló el modus operandi: “Los presuntos titulares o dueños de las exportadoras eran personas que carecían de bienes o inmuebles a su nombre”. En algunos casos, “los prestanombres” utilizados “eran personas humildes que desconocían estar vinculados a empresas exportadoras”.
En su denuncia, Aduanas destacó que “las maniobras con firmas falsas tienen por objetivo mantener ocultos a los verdaderos dueños, que buscan dejar en el exterior los dólares obtenidos por sus ventas sin cumplir con la obligación de liquidarlos en el mercado cambiario oficial”.