Con un Congreso aún convulsionado por la división, mas no fractura, del bloque oficialista en el Senado, el Frente de Todos dio el primer paso para la aprobación del proyecto que busca cancelar la deuda con el FMI con los bienes no declarados en el exterior. Mientras los ojos estaban puestos en las reuniones que se sucedían en los despachos de ambas Cámaras con el objetivo de terminar de resolver el tema de las vacantes del Consejo de la Magistratura, un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Presupuesto del Senado emitió dictamen del proyecto que busca crear un "Fondo Nacional para la Cancelación de la Deuda con el FMI". El despacho, sin embargo, vino truncado, ya que no se avanzó simultáneamente con la otra iniciativa que busca modificar la ley de Entidades Financieras de modo de flexibilizar el secreto bancario, bursátil y fiscal. El objetivo del oficialismo, en principio, es comenzar a tratar este proyecto en comisiones en los próximos días y el otro --que crea un fondo en dólares a partir de un aporte especial sobre bienes no declarados en el exterior equivalente al 20 por ciento de lo fugado-- tratarlo en el recinto durante la primera semana de mayo.
Unas horas antes de que el flamante "interbloque" del Frente de Todos propusiera al camporista Martín Doñate como cuarto representante del Senado ante el Consejo de la Magistratura, les senadores kirchneristas se anotaron otro tanto al lograr dictaminar uno de sus proyectos de cabecera. "El problema de la fuga y de los bienes que están fuera del ámbito legal es que el 8 por ciento del PBI mundial está en guaridas y fuera del alcance de los gobiernos. Puede haber leyes mejores, pero tiene que haber decisiones políticas tendientes a investigar, detectar, cobrar y evitar que se siga fugando dinero de forma ilegal", comenzó el autor de los proyectos, Oscar Parrilli, pasadas las 14 en el Salón Azul del Senado. El senador neuquino, que tuvo varios cruces con Martín Lousteau a lo largo de la reunión, aprovechó también para destacar que se habían introducido varias modificaciones a raíz del intercambio con les expositores el día anterior, y convocó a la oposición a que propusiera también nuevos cambios. Esto se debe, principalmente, a que el panorama legislativo en la Cámara de Diputados no es muy auspicioso y el oficialismo teme que el proyecto sea aprobado en el Senado solo para luego morir en la Cámara Baja.
Uno de las principales modificaciones apuntó a responder a las críticas que sostenían que el proyecto pudiera ser "un vehículo para el lavado de activos" al no discriminar el origen de los fondos que se busca gravar. "Por eso establecemos que los beneficios de esta ley solo eximen de la ley penal tributaria y fiscal, esto no exime que se hagan investigaciones de lavado de activos, narcotráfico, trata de personas", precisó Parrilli. Además de otros cambios más bien técnicos --como la posibilidad de que los evasores puedan pagar "hasta en 12 cuotas" lo adeudado--, el texto incluyó también la noción de "responsabilidad" de los propios bancos, facultando al BCRA a sancionar a las filiales argentinas si sus filiales en el exterior se negaban a brindar información sobre bienes no declarados que la AFIP hubiera detectado allí.
"A pesar de los cambios esto sigue siendo un blanqueo. Porque trata a aquel que tiene bienes no declarados en el exterior mejor de lo que nuestra legislación vigente le iría a pagar y penar", cuestionó Martín Lousteau. La encargada en salir a responderle fue la nueva titular del bloque de Unidad Ciudadana, Juliana Di Tullio: "No es un blanqueo, es compulsivo. Se va a ir a buscar a todo el mundo", le espetó, en tono cansino, y frente a la respuesta de Lousteau lo cortó pidiéndole que bajara el tono: "Todo el Senado te escucha, al lado tuyo yo soy nórdica". "Ahora no sólo nos digitan como se conforman los bloques, sino que nos dicen también cómo hablar", ironizó el senador radical.
"En un proyecto menor como este le buscan el pelo a la sopa. Son la máquina de impedir. Nosotros traemos una idea que sirva para pagar el desastre que dejaron para que no pague el obrero, la enfermera, el trabajador. Para que paguen los que la jodieron, los que entraron en ese máquina financiera que destruyó la economía del país. Por eso nuestro interbloque va a sostener este proyecto. ¿Tienen una idea mejor? Traiganla, la vamos a acompañar", declaró, con enojo, el ex titular del bloque oficialista (y hoy titular del bloque "Nacional y Popular"), José Mayans, quien también acusó a JxC de "romper siempre las reglas de juego". "Le voy a pedir a Juliana Di Tullio que le de una pastillita para que se calme", le dijo Lousteau, cuando intentó volver a hablar.
El senador formoseño no fue el único en recriminarle a JxC que no acompañara el proyecto, sino que al cierre del plenario de comisiones Parrilli hizo lo mismo: "Les propusimos que ofrezcan todas las alternativas y lo único que encontramos es ‘esto es un blanqueo, no sirve para nada, son un desastre’. Podemos seguir chicaneándonos pero los argentinos van a pagar muy caro esas chicanas. Este interbloque está dispuesto a dar la batalla", les espetó.
Ahora, el próximo paso será tratar el proyecto en el recinto de la Cámara Alta. Los votos, en principio, estarían garantizados, ya que el FdT cuenta con el apoyo de sus dos aliados clave: Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro) y Magdalena Solari Quintana (Misiones). El rionegrino, en efecto, firmó el dictamen de comisión y dio un discurso a favor del proyecto que fue destacado por el propio oficialismo. El segundo proyecto que propone levantar el secreto fiscal, sin embargo, no será tratado en el recinto la semana que viene. "No se llegó a debatir en profundidad, se priorizó el proyecto de la creación del Fondo Nacional. Entonces se van a convocar nuevos invitados para tratarlo con la misma importancia que el otro", explicaron desde el oficialismo, desde donde observan cada vez con mayor escepticismo la posibilidad de aprobar cualquiera de los dos proyectos en Diputados. Este jueves a la mañana, de todos modos, les senadores recibirán a distintos referentes que integran la coalición de gobierno con el objetivo de seguir sumando apoyo político.