El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, decidió tomarles juramento a cuatro nuevas integrantes del Consejo de la Magistratura a la hora en que el Palacio de Justicia se ve más sombrío. Con este acto comenzó a hacer gala de una nueva etapa con su sello en el organismo que lo incluye a él mismo como su titular según la reimplantación de una ley de 1997 que está derogada. El acto coronó el desembarco del máximo tribunal en el cuerpo de consejeros en medio del gigantesco revuelo que sucedió a la jugada con la que el Frente de Todos en el Senado se dividió para lograr un lugar como segunda minoría en el Consejo para el que fue designado Martín Doñate.
Mientras, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, aceptó enviar el nombre de Roxana Reyes, que le pedían los radicales. La gran paradoja que vendrá tras esta batalla feroz es que nada hace suponer que la integración del "nuevo" Consejo garantice grandes cambios de dinámica y prontas soluciones a los problemas pendientes (como la designación de jueces y juezas) porque ni el oficialismo ni la oposición tienen una mayoría asegurada. Eso sí, el desempate podría estar a cargo de Rosatti.
El evento en la sala de audiencias de la Corte estuvo rodeado de un fuerte operativo de seguridad. Reyes y Doñate no fueron incluidos en la partida pese a que el procedimiento legislativo se cumplió y sus nombres fueron enviados a Rosatti por las presidencias del Senado y de Diputados. Asumieron como consejeras abogadas María Fernanda Vázquez, decana de Derecho de la Universidad de Lomas de Zamora y Jimena De la Torre, exfuncionaria de la AFIP macrista; como académica Pamela Tolosa, decana de la Facultad de Derecho de la Universidad del Sur, y por el estamento de jueces y juezas, la magistrada Agustina Díaz Cordero, quien también trabajó para la administración de Cambiemos.
Macri y los jueces a dedo
Con la composición de 13 miembros que estuvo vigente durante quince años, siempre fue difícil que un sector se impusiera sobre el otro con comodidad. Durante el gobierno de Mauricio Macri aquel oficialismo tampoco tenía mayoría garantizada pero instaló un mecanismo para nombrar jueces/zas a dedo con mayoría simple con el mecanismo de traslado. Eso explica que durante todo ese tiempo nadie se preocupó por invalidar la estructura del Consejo, que estaba cuestionada en un cajón de la Corte, que recién desempolvó en diciembre último.
Desde el año pasado, el Consejo avanzó en la aprobación de ternas en una veintena de concursos para 56 cargos, entre ellos dos en la Cámara Federal porteña (donde aún están los trasladados Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi), tres juzgados de Comodoro Py, y seis lugares en los tribunales orales de Retiro, entre los más codiciados. Juntos por el Cambio en alianza con algunos jueces bloqueó la aprobación de ternas de manera desembozada, mientras los diarios y portales titulaban que el oficialismo presionaba. Un absurdo, más aún teniendo en cuenta que hace añares los jueces se quejan porque existe cerca de un 30 por ciento de vacantes. Incluso Rosatti regaña a menudo por eso.
Virtual empate en la Magistratura
La nueva composición no garantiza dos tercios, que es la mayoría necesaria para votar ternas de jueces/zas o promover juicios políticos, a ningún sector. En el Consejo de 20 miembros los dos tercios son 13 votos. Tampoco permite configurar claras mayorías. "El Consejo seguirá paralizado", por esa razón, dijo este miércoles el consejero Dieog Marías, alineado con Juntos por el Cambio, Veamos:
- El bloque "oficialista" se conformaba hasta ahora con el representante del Ejecutivo Gerónimo Ustarroz, la diputada Vanesa Siley, el senador Mariano Recalde, la senadora Inés Pilatti de Vergara, en alianzas habituales con el académico Diego Molea y el camarista Alberto Lugones. El voto de Graciela Camaño (Interbloque Federal) fue clave para este sector. De ahora en adelante, además de Doñate, en el organismo suponen que con este ala tendrían afinidad Vázquez y Tolosa.
- El bloque macrista contaba hasta el momento con el diputado Pablo Tonelli, la senadora Silvia Giacoppo, el camarista de origen radical Ricardo Recondo, el juez Juan Manuel Culotta y los abogados Marías y Carlos Matterson. A veces tuvieron a Caamaño de su lado. Sin dudas formaron parte de este sector la diputada Reyes, la abogada De La Torre y la jueza Díaz Cordero.
Así las cosas se perfila casi un empate. Tendrán un papel clave Camaño y, por supuesto, Rosatti si éste último cumple con sus reclamos, algo que incluso le dijo al ministro de Justicia, Martín Soria, en su visita oficial, debería empujar la aprobación de ternas de jueces y juezas, aunque a algunos no les gusten los nombre mejor posicionados. De eso cuentan que habló el supremo con los presidentes de todas las cámaras federales, con quienes se juntó este mismo miércoles como para mostrarse respaldado por la propia corporación.