La necesidad imperiosa que tenía Boca por conseguir el primer triunfo en su estadio en este torneo, desembocó en que el técnico Battaglia incluya a dos centrodelanteros desde el comienzo: Benedetto y Vázquez fueron titulares ante Godoy Cruz.
La construcción de jugadas ofensivas, sin embargo, era lo que más le costaba ofrecer al conjunto local. El problema seguía estando en el mediocampo. Fernández y Ramírez no podían conectarse, y todo recaía en lo que podía exhibir Villa.
Los mendocinos, con un juego ordenado y a base de sacrificio, fue el equipo que tuvo las mejores oportunidades para convertir. El arquero García respondió muy bien dos veces para evitar la caída.
El tiempo transcurría y Boca no podía rematar al arco con peligro serio. El joven Vázquez decidió encarar a su marcador por la izquierda, y le terminaron cometiendo penal. Benedetto fue el encargado de ejecutarlo y marcó el gol a los 34 minutos.
Godoy, a pesar de la desventaja, no cambió su postura y estuvo cerca de igualar, pero el remate de Salomón Rodríguez salió al lado del palo. Pero el propio Rodríguez no se equivocó a los 43 minutos, y empató con un toque abajo del arco después de un envío de Breitenbruch desde la derecha.
La falta de creatividad de Boca continuó en el segundo tiempo, y todas las aproximaciones eran desprolijas y confusas. Para colmo, los visitantes se encontraban con chances para desnivelar a través del contraataque. Ojeda, en una de esas acciones, estrelló la pelota en el travesaño.
Los ingresos de Zeballos y Varela tampoco le dieron los beneficios esperados al equipo local, que dependía de alguna inspiración aislada para poder inquietar a Espínola. Demasiado poco.