La diputada por el Frente para la Victoria (FpV) María Teresa García repudió las declaraciones del Presidente y denunció que la intenciones del Gobierno “están clarísimas” al remarcar la presión que buscan ejercer sobre la Justicia como en el caso del camarista Eduardo Freiler y de la procuradora Alejandra Gils Carbó. “Habría que preguntarle al señor Presidente cómo va a buscar otros jueces y qué incidencia tiene en la Justicia”, señaló la diputada, para quien Macri “no tiene claro el límite entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial”.
“Los jueces tienen que saber que queremos saber la verdad o vamos a buscar otros jueces que nos representen”, dijo ayer Macri en el marco de una entrevista en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. La afirmación del Presidente llegó luego del intento del Gobierno de lograr un acuerdo extrajudicial con la constructora Odebrecht para controlar la información que llegue al país.
Para García, el Gobierno está “desesperado” por controlar “qué se filtra y cómo se filtra” del escándalo de corrupción Lava Jato que alcanzaría empresas y funcionarios argentinos. “La preocupación debe tener que ver con alguna duda que tiene el Gobierno con respecto a cómo aparece la empresa Iecsa y algunos de sus funcionarios”, sostuvo la diputada en declaraciones a Radio Cooperativa.
Según la diputada, desde enero cuando trascendió que estarían implicados actores locales en el escándalo de corrupción brasileño algunos organismo de gobierno como la Unidad de Información Financiera, la Cancillería y la Oficina Anticorrupción “blindaron” a los supuestos funcionarios involucrados como el jefe de espías, Gustavo Arribas.
“Después de estas últimas declaraciones no queda otra que estar muy atentos para ver cuál va a ser la reacción del Presidente. Espero que el Gobierno no intervenga”, opinó García, para quién está “clarísimo” que el objetivo de Macri es “hacer una fuerte presión sobre un sector de la Justicia”. La diputada también recordó que el mismo Macri intentó nombrar dos jueces por decreto luego de haber asumido la presidencia, en alusión al intento de poner por esa vía a Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti en la Corte Suprema. “A partir de ahí hemos visto que el Presidente no tiene claro cuál es el límite con la Justicia. Espero que el Poder Judicial reaccione ante la reacción del presidente”, dijo García.
Para García, la afirmación de Macri sobre los jueces va en la misma línea que las presiones ejercidas sobre la procuradora Gils Carbó y Freiler, a quien el oficialismo intentó iniciarle ayer un juicio político pero no pudo por no conseguir los votos suficientes en el Consejo de la Magistratura.
“Lo que están haciendo cotidianamente es ejercer presión”, sostuvo la diputada, para quien el “combo de una Justicia presionada” más un área de inteligencia “desmadrada” representa “un volcán a punto de explotar en un momento delicado en materia económica y social”. “Macri está acostumbrado a esto. Cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad tuvo el tema con Fino Palacios y una causa armada que le sirvió para intervenir los teléfonos de hasta de su propia familia, razón por la que fue procesado y desprocesado unos días después de tener la banda presidencial”, finalizó García.